Camagüey, 10 jul.- El Mayor, primer ferrobús de gran porte y capacidad construido en el país a partir de un ómnibus de servicio urbano,modelo 0118 de la industria china Yutong, superó las expectativas técnicas para su puesta en circulación incorporado a la red ferroviaria de los extensos municipios de Vertientes y Santa Cruz del Sur.

Con 12 metros de largo y puertas a ambos lados, el ferrobús tendrá capacidad para 36 asientos. Su recorrido se ha dispuesto por más de 60 kilómetros por líneas interiores en territorios generalmente bajos de llanura costera, lo que beneficiará a numerosas comunidades generalmente aisladas, entre estas Aguilar, Antón, San Carlos y Los Toros, cruzando sobre lagunatos, riachuelos y arroyos casi todos tributarios de la cuenca del río San Pedro.

El ómnibus original, llegado en mal estado con un lote de otros 18 equipos descontinuados del servicio urbano en La Habana, fue entregado alrededor del 2020 a los talleres de locomotoras de Camagüey para su transformación en un nuevo modelo de los populares Karatas que desde Esmeralda circularon al norte de la provincia.

Aquellos equipos modelo Diana eran de menor tamaño, por lo que acometer la obra con el Yutong requirió serios y complejos esfuerzos técnicos para su readaptación, incluyendo el montaje de ruedas ferroviarias sobre el jause original sin modificar su diseño.

El ingeniero Carlos Sanz Guerra, ferrocarrilero de por vida y jubilado desde 2011 como especialista en locomotoras, asumió la tarea con el apoyo de una joven brigada de trabajadores entre paileros, soldadores, torneros, mecánicos de aire y de otras especialidades. Juntos tomaron con entusiasmo desde hace cuatro años el encargo, que precisó fabricar piezas, modificarlas o adaptarlas, para que cumplieran los parámetros del movimiento ferroviario.(Adelante Digital)

“Para que pudiera circular por las vías --dijo Sanz a Adelante-- hubo que reparar chasis, motor, caja de velocidad, de transmisión, que se mantiene intacta. Se le adaptó un freno automático y una defensa arenera para evitar patinaje sobre las vías. Este equipo tenía en contra su longitud, es más largo que los karatas convencionales, el chasis atípico, muy bajo, lo que complicó su construcción, que se logró gracias a estos jóvenes trabajadores de nuestro taller de locomotoras, donde, por cierto, salimos de lo habitual porque una obra así resulta nueva y no había experiencia. El resultado ha sido exitoso y nada indica que no podamos multiplicar estos equipos como alternativa para el transporte, en especial de las zonas rurales”.