Camagüey, 31 may.- El seguimiento de los pacientes de edad pediátrica, una vez recuperados de la COVID-19, se mantiene en la provincia de Camagüey, cuando muestra su más tenso escenario epidémico y crecen los índices de contagio en niños y adolescentes, como en el resto del país.
Desde hace un año funciona esa consulta en el territorio para la evaluación de las secuelas del padecimiento, por parte de un equipo mutidisciplinario que integran pediatras, cardiólogos, fisiatras, psicólogos, psiquiatras, entre otros expertos.
Remitidos por los médicos en los municipios, los infantes son asistidos en el Policlínico de Especialidades Pediátricas de esta ciudad, el cual acoge el encuentro mensual, a donde acuden unos 20 pacientes en cada uno de ellos.
Yamina Rivero Fernández, especialista de segundo grado en Pediatría, explicó a la prensa que en una primer momento los pequeños son valorados y si quedaron con algún trastorno o lesión provocado por la COVID-19, continúa su atención en la comisión, y de no ser así son asistidos en las áreas de Salud por el facultativo correspondiente.
En la consulta a nivel provincial se les realiza una revisión respiratoria, son analizadas sus radiografías y análisis complementarios indicados, además de efectuárseles ecocardiogramas para detectar posibles complicaciones tardías de la COVID-19, ya sea pericarditis u otras lesiones cardiovasculares.
Las consecuencias manifestadas por los pacientes en Camagüey son fundamentalmente las psicológicas y entre ellas sobresalen la ansiedad, el insomnio, la intranquilidad y la falta de concentración, razón por la cual varios niños son tratados por profesionales de la Psicología y Psiquiatría, con una evolución favorable, subrayó Rivero Fernández.
Hasta la fecha no se han detectado secuelas respiratorias pues ninguno ha tenido el reporte de grave, lo cual pueda desencadenar que la bronconeumonía derive en una fibrosis, acotó la también asesora para la COVID-19 por la parte respiratoria en la región agramontina.
La respuesta de las familias es muy positiva en las consultas, momento propicio para recordarles sobre la posibilidad de reinfección con otras nuevas cepas, porque todavía existe una alta transmisión del padecimiento en la provincia y la nación, señaló.
Yunilexis Cancio Cabrera, madre de uno de los niños recuperados, reconoció los esfuerzos del Estado cubano desplegados para el enfrentamiento a la pandemia, desde el diagnóstico de los casos positivos al nuevo coronavirus SARS-CoV-2 y hasta las consultas de seguimiento.
A decir de ella, su hijo Leonardo Galván Cancio recibe una atención maravillosa y la preocupación de los doctores, teniendo en cuenta su condición de cardiópata y migrañoso, además de presentar una hipoplasia de los lóbulos cerebrales, aunque no se queja ahora de ningún síntoma producto de la COVID-19.
Con la experiencia de toda la familia contagiada, incluyendo su esposo e hija, la progenitora recomendó cumplir con las disposiciones de las autoridades sanitarias y, sobre todo a quienes ya la adquirieron, cuidarse cada vez más.
Por su parte, las precauciones son aún mayores para Yulia Esquivel Díaz, otra madre camagüeyana que sufrió junto a una de sus niños el impacto de la enfermedad, a pesar del excelente trato de los profesionales sanitarios y demás trabajadores que laboran el Hospital Militar Octavio de la Concepción y de la Pedraja.
Preocupada por el estado de salud de su hija de dos años llegó por primera vez hasta el mencionado Policlínico, en aras de conocer sobre las posibles secuelas, si bien esta solo manifiesta hiperactividad.
Cuando la provincia rebasa la cifra de 450 contagios en las edades pediátricas en el actual calendario, los especialistas insisten en la protección de los infantes- principalmente de los menores de un año de vida-, pues mientras mayor sea ese número hay más posibilidad de que enfermen cardiópatas, epilépticos y los afectados por síndromes genéticos, entre otros. (ACN)