La realidad de vía colectora que conecta la zona norte con la sur de la urbe agudiza la problemática para el Centro Histórico Urbano y su zona proclamada Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Por eso se encauza a la protección del paisaje urbano, de su patrimonio edificado, y por ende, a la seguridad de las personas en la vía, la reducción de la contaminación ambiental y el dinamismo comercial, entre otros propósitos.
José Rodríguez Barreras, director de la OHCC, comentó que se trata de una aspiración, todavía a la espera del fallo favorable como inversión dentro del plan económico de Camagüey.
Con el primer tramo, por ejemplo, se lograría la rehabilitación del llamado “triángulo de oro” que conforman las calles Maceo, Ignacio Agramonte e Independencia, y para las cuales estimularán la ruta de industrias creativas.
El proyecto sigue criterios de diseño diferentes a los empleados cuando las intervenciones para los paseos peatonales de República y Maceo, y de la también céntrica vía Ignacio Agramonte.
Partió de la investigación histórica hecha por Marcos Tamames, como base para rediseñar una calle inclusiva para las personas discapacitadas, y con una manera de conectar el patrimonio con las nuevas tecnologías.
Dentro del mobiliario urbano se prevé la colocación de tótems electrónicos, alternativa ante la vieja demanda de información actualizada de la cartelera, y en general, como facilidad para la promoción cultural.
Periodistas y directivos de medios de prensa pública fueron los primeros invitados al intercambio sostenido además con María Carmenate, directora del Plan Maestro de la OHCC y el joven proyectista Humberto Delgado Fernández. (Tomado de www.adelante.cu)