Camagüey- Alumnos y profesores de la enseñanza artística en Camagüey mantienen su vínculo estrecho en medio de la cuarentena, porque su preparación requiere tenacidad y rigor en cualquiera de las circunstancias.

A través de Facebook y WhatsApp viajan las orientaciones de los docentes para vencer los objetivos de cada etapa, mientras que los estudiantes suben las evidencias gráficas de las actividades del día.

María Mercedes García Vega, directora de la Academia de las Artes Vicentina de la Torre, explicó a Adelante Digital que el horario incluye la visualización de las clases de la enseñanza general, ofrecidas por la Televisión Cubana.

“Pedimos a la familia el necesario acompañamiento. Seguiremos intercambiando y entre todos buscaremos las mejores soluciones. Es importante ser disciplinados, mantenerse en las casas y aprovechar el tiempo, con el cuidado a la hora de los ejercicios para que no se lastimen”, añadió.

En la especialidad de Artes Visuales, los muchachos tienen la corrección de las últimas calificaciones y deben trabajar en distintos ejercicios, por ejemplo, los pupilos del maestro Alberto la Red se concentran en el dibujo académico de pies a partir de la estructura general.

Quienes están en el cuarto año se enfocan en el informe escrito y en la terminación de las cinco obras que como mínimo se exige para el trabajo de tesis.

“Por la situación epidemiológica no estamos frente a los alumnos, pero Internet nos ayuda y nos acerca. El interés y la preocupación de maestro-alumno no varía, así que esta es otra forma de intercambio y debate sobre sus proyectos de tesis”, reafirmó el artista y profesor Osmany Varona.

Sobre esa recta final camina la estudiante Thaymet Muñagorri, quien presentará cinco cuadros y dos videoartes: “Ha sido imprescindible el trabajo con mi tutor Osmany Varona para alcanzar los objetivos del texto artístico. He desarrollado una búsqueda profunda de sustento para mi investigación, ya que conforma el inicio de futuros proyectos cuando culmine la academia”.

Para la especialidad de Actuación indicaron ejercicios de preparación física y de construcción de personajes según el año, aunque cinco alumnos de cuarto vencieron con éxito los roles decisivos para su graduación, en Un girasol pequeño, puesta del Guiñol de Camagüey dirigida por Kenny Ortigas.

Vinculado a ese grupo durante seis meses Franks Daniel Linares García se preparó para interpretar al Poeta y ganó cien puntos: “Un pequeño girasol me acogió en mi último año y aprendí que había una familia nueva”.

Aidel Pelegrín, profesor de acrobacia (en primero y segundo) y de actuación con figura inanimadas (en tercero) ratificó a Adelante Digital la atención a los contenidos, la práctica necesaria, el estudio del texto y la participación de al menos un pariente en el desarrollo de los ejercicios.

En el caso del Ballet, inician con el calentamiento articular previamente elaborado por los preparadores físicos, y con el trabajo de barra ejercitan los pasos para la colocación, el equilibrio y el fortalecimiento del tono muscular.

Cada maestro debe mantenerse informado de la evolución de sus alumnos, y de guiar también a quienes toca la estresante prueba del llamado pase de nivel.

La familia tiene su cuota alta de responsabilidad, primero, al garantizar un sostén fuerte y estable para el trabajo de barra y un ambiente tranquilo para la concentración; y luego, al supervisar el cumplimiento de las orientaciones.

“Me siento muy orgullosa de nuestro colectivo de maestros, alumnos y padres. Sabemos de todo lo bueno y grande que podemos hacer juntos. No hay etapas difíciles. Estamos para crecernos”, dice Acela Piña Montoya, jefa del departamento de Ballet, antes de trasmitir el abrazo virtual en boga que alumnos y profesores tampoco dejan de ejercitar.

Por: Yanetsy León González / Adelante

Foto: Cortesía de Thaymet Mugañorri