Referirse al tema coronavirus COVID-19, declarado pandemia por la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 11 de marzo último por su creciente propagación por todo el mundo, y no repetir ciertos elementos es imposible. Mas, a la vez resulta improbable dejar de abordarlo y que cualquier acercamiento al mismo no despierte el interés de las personas.

1. primer caso reportado en Camagüey y sexto del país de los 11 confirmados hasta el 18 de marzo, uno de ellos fallecido —ciudadano italiano que se encontraba en estado crítico— , no responde a transmisión interna como ha sido hasta ahora el comportamiento general en Cuba, lo que fue dado a conocer por el Dr. Reinaldo Pons Vázquez, director provincial de Salud Pública aquí.

—¿Cómo fue diagnosticado el caso?

—Se trata de un marinero de profesión, devenido camarero de un crucero, en el cual hubo enfermos de COVID-19 y estuvieron en cuarentena. Él la cumplió y salió sin síntomas de la enfermedad. Llegó a La Habana el día 14  en la noche, estuvo en una terminal y viajó en un camión destinado a viajes interprovinciales. A la mañana siguiente se quedaron en Camagüey él y otra persona que lo acompañaba. De ambos conocemos toda la ruta hasta que cada uno llegó a los hogares de sus respectivos padres.

"La madre del hombre, de 72 años, vive en el reparto Jayamá, donde él paraba pues en su carné de identidad aparece como dirección el municipio de Morón, Ciego de Ávila. Ella lo sintió toser y de inmediato lo instó a que fuera al médico, por las indicaciones que dan los medios de comunicación y más en su caso, proveniente del exterior. De esa manera consiguió que el hijo fuera a la policlínica Julio A. Mella, donde se adoptaron las medidas de aislamiento al ser interrogado. Fue notificado y trasladado al hospital clínico quirúrgico Amalia Simoni, de esta ciudad, destinado para estos casos y donde hay condiciones y experiencia en circunstancias de epidemias”.

—¿Con qué capacidad cuenta la institución para estas personas?

—Tenemos 98 camas liberadas para la vigilancia. A esta persona en cuestión, por su valor epidemiológico, se le dio desde el inicio tratamiento de posible infectado; nunca se vinculó con otras, estuvo aislado desde su ingreso, se priorizaron los exámenes previstos y enviados al laboratorio de biología molecular del Centro Provincial de Higiene y Epidemiología de Villa Clara, donde dio positivo. Más tarde el Ministerio de Salud informó que había sido corroborado en el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí, de la capital.

—¿Qué ocurrió luego?

—Realizamos el control de foco en casa de la madre. Ella se mantenía sin síntomas respiratorios. Fue materializada la desinfección y se corroboró que no había visitado otros lugares. Está ingresada en fase de vigilancia, no ha pasado a ser sospechosa por no presentar síntomas.

“La otra ciudadana que viajó con él fue localizada en casa de sus padres en el reparto La Norma. Con todos ellos mantuvimos la misma conducta, ingresados bajo vigilancia porque tampoco tienen síntomas; y ella, a la espera de los resultados de las investigaciones. Además, en ambas zonas los consultorios médicos se encargan de la vigilancia y la pesquisa activa".

—¿Cuántas personas mantienen ingresadas?

—Hasta el 18 de marzo eran 31 los internados en el hospital mencionado, de estos 11 sospechosos por el resultado de las encuestas y 19 bajo vigilancia, más el positivo. Todos son cubanos llegados de otras naciones y los contactos a su llegada. El único caso detectado en la provincia se mantiene sin complicaciones, es un hombre joven de 38 años y sin enfermedades crónicas de base.

—¿Al “Amalia Simoni” solo asistirían a camagüeyanos?

—Hasta ahora, según lo previsto en el plan nacional, si aparecieran enfermos de Ciego de Ávila los recibiríamos también.

“La estructura de esta institución hospitalaria permite acoger a enfermos en epidemias por sus magníficas condiciones para aislamientos, es distante de la ciudad, con entrada aparte para el área destinada a este fin, y también posee experiencia en otras dolencias. Los casos de dengue, por ejemplo, continúan allí, pero en otras zonas que no se comunican.

“En la actual época del año siempre hay un alza de enfermedades respiratorias; sin embargo, en el 2020 han sido menos las atenciones médicas e ingresos por esta causa”.

—¿Qué otras medidas aplican ajenas al entorno del enfermo?

—Desde la aparición del coronavirus COVID-19 chequeamos a diario los hogares de ancianos, las casas de abuelos, a las cuales no deben asistir quienes presenten afecciones respiratorias. Esas personas de la tercera edad, sobre todo si viven solas, y otros grupos vulnerables son seguidos en contacto sistemático con profesionales de la Salud, siempre desde las estructuras de los consultorios médicos de la familia. A dichos pesquisajes se sumarán los estudiantes de Medicina y Estomatología.

—¿Cuáles disposiciones se han emitido para quienes interactúan con turistas, sean cuentapropistas o estatales?

—Lo primordial es seguir las medidas higiénicas orientadas y evitar el hacinamiento. Todos han sido capacitados, tanto los trabajadores de Turimo como los dueños de hostales, con el fin de que puedan alertar ante cualquier caso sintomático y adoptarse las medidas establecidas por el Ministerio de Salud Pública, que son determinadas según corresponda.

"El Ministerio del Turismo en Camagüey tiene disponible y liberado un piso del hotel Puerto Príncipe como centro de aislamiento para extranjeros hasta tanto requieran de los servicios hospitalarios si es que llegan a necesitarlos".

Foto: Alejandro Rodríguez Leiva / Adelante

—¿Algunas recomendaciones dirigidas a la población?

—Nuestro llamado se enfoca a tres conductas fundamentales: cumplir las orientaciones de prevención, asistir al médico y aislar a los enfermos. Tenenos que ganar en cultura acerca de que tener uno en casa no necesariamente significa contagiar a sus familiares, sobre todo si toman las medidas higiénicas: no compartir los artículos de uso personal ni los cubiertos, hablarnos a más de un metro de distancia, alejarnos de quienes tienen gripe.

"Debemos aprender que no dejamos de ofrecer cariño ni de querernos si no nos besamos, no nos abrazamos, incluso con los niños y los ancianos de la familia, eso hay que evitarlo, y lavarse frecuentemente las manos. Cuidarnos es hoy la mejor manera de amarnos.

"Algunos ciudadanos han optado por el nasobuco y lo respetamos. Pero mal utilizado no significa protección alguna: si no lo sustituye cada cuatro horas, no lo lava, no lo plancha, lo manipula con las manos sucias corre el riesgo de inocularse otros virus. El germen es sensible al detergente, al cloro y al alcohol; la ropa puede exponerse al sol fuerte. Desde el punto de vista personal pueden tomarse decisiones, salir lo necesario, no permanecer en aglomeraciones.

—Hay quienes cuestionan que no se hayan tomado restricciones más drásticas...

—El hecho de que no hayan cerrado los aeropuertos cubanos no quiere decir que no mantengamos el control y la vigilancia adecuadas, sin obviar que siempre puede ser mejor. Aquí las medidas no han sido adoptadas tardíamente, todo lo contrario, incluso sin la aparición del COVID-19.

“No obstante, la salida y entrada del país de los cubanos es opcional. Cada quien debe ser responsable de sí mismo y valorar sus decisiones; si estamos en una emergencia epidemiológica la población debe entender eso.

“Los conminamos a confiar y estar seguros de que si fuera necesario el país determinará qué hacer a la hora de enfrentar cada situación, como se ha explicado por las autoridades. Todo lo anterior sin olvidar la intersectorialidad para acabar con la afección, no solo es una tarea de la Salud Pública. Todos los organismos han diseñado sus acciones y la gente contribuye cumpliéndolas con disciplina y serenidad.

“Invito a la población a que nos acompañe en este propósito, hay determinaciones particulares y entre familiares que ayudan a mitigar el contagio y a que reine el respeto y la solidaridad entre nosotros mismos”.