Encamados: programa priorizado del MINCIN

Imprimir
Valoración:
( 0 Rating )

Encamados 1

El MINCIN tiene, entre sus programas priorizados, la Atención a encamados e incontinentes. Este programa brinda recursos para la atención a estos pacientes.
A continuación reproducimos un material de la periodista Leslie Díaz Monserrat, publicado en Granma el 26.10.200 y que invita a la reflexión sobre este tema:
«Todo ocurrió en fracciones de segundos. Cuando despertó, ya era un hombre a su cama pegado. Solo su respiración rápida delataba la furia, las ganas de darle un manotazo al colchón para exorcizar tanta rabia contenida. El cuerpo seguía impasible, ajeno al huracán de emociones que lo corroía por dentro sin poderlas expresar.
Desde entonces, su espacio vital se redujo a centímetros de ancho arropados por una sábana blanca y olorosa. En par de días conocía de memoria la cantidad de losas que adornaban la pared de la sala de hospital.
Luego llegó a la casa. Varias visitas lo animaban. Otros lo miraban con cara de lástima. En los primeros meses la familia estaba ahí, atenta a sus necesidades, pero el tiempo pasó y solo dejó a las personas más leales, en su caso, a su hermana.
La existencia de ella se redujo a los metros de la casa. Organizaba su rutina según el horario de los medicamentos que le tenía que dar. Despertaba temprano y, luego de un baño de los buenos, le masajeaba los pies y las manos. Aprendió a ser enfermera.
Toma aire, lo retiene por unos instantes, abraza a su hermano y lo sube para acomodarlo. No puede quedar ni una arruguita en el pañal que cubre la lona, porque llegan las temidas escaras y las curas… y el sufrimiento mayor.
De ahí salta a preparar la merienda, limpia la casa, pone el almuerzo, lo pasa por la batidora, se lo da. Apenas prueba un bocado y monta la lavadora, escoge el arroz, ya es hora de la comida. Otra vez le lleva su meriendita, le acaricia la frente y se miran, una mirada dulce y triste, agradecida y cansada.
A veces, solo quisiera un poco de ayuda, que alguien de la propia familia se quedara una noche o le limpiara la casa. A veces, con tanto ajetreo, olvida hasta su propio nombre.
Esta no es la historia de una persona específica, sino la de muchas que viven el dolor de ver cómo se desgasta, consumido en una cama, el cuerpo del ser amado y el suyo propio.
Como ella, otros cientos de cuidadoras batallan cada día. En ocasiones sienten que no pueden más, pero les nacen ganas de esa fuerza impulsora que es el verdadero amor».
 
Comenzó la distribución de los jabones de tocador y de lavar a este grupo de consumidores. Queda pendiente la distribución del hule porque no se cuenta con la disponibilidad actualmente.
En la provincia de Camagüey existen 5,666 casos que se benefician con este programa.
Inicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivado