Los Muñequitos de Matanzas, a punto y a la medida

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Camagüey- Los Muñequitos de Matanzas reafirmaron en el Teatro Principal de esta ciudad todo lo implícito en el título del espectáculo El poder de la rumba, que ofrecen en la gira nacional por el aniversario 70 de la agrupación.

Alrededor de una hora la clase de expresión folclórica en la que canto, percusión y baile se funden para tocar historias cotidianas, mover sentimientos y enaltecer raíces de la identidad cultural de Cuba.

 

Fue un privilegio disfrutar de Rafael Navarro Pujada, El Niño Pujada, el señor de las claves y su portento de voz que es imagen sonora de los Muñequitos en temas como La leyenda del guaguancó, Congo Yambumba y Vale todo.

 

También la presencia de Ana Pérez Herrera entre los cantantes, una mujer que está y brilla entre el coro de hombres, pero ese espacio ha sido conquista y afirmación de una poética en el evolucionar del tipo de música de origen africano.

 

Impresionantes las escenas de bailarines liderados por la primera figura Bárbaro Ramos, con los acentos que lleva cada variante del complejo genérico de la rumba, es decir, el yambú, el guaguancó y la columbia; y de manera particular, la representación del abakuá, esencias que son patrimonio.

 

A mitad de función, más o menos, hicieron un breve alto para la salida al centro del escenario de su Diosdado Ramos Cruz, quien recibió para su agrupación la distinción Aché del Ballet Folklórico de Camagüey, y reconocimiento del Centro de la Música y la Dirección Provincial de Cultura.

 

Los Muñequitos de Matanzas cerraron con un coro: “Camagüey está a punto y a la medida”, también lo aplicaron a Rumbatá y a ellos mismos, indiscutiblemente vitales y auténticos ya sobre el camino de los 71 años del legado de quienes lo fundaron en 1952 en el barrio de la Marina en Matanzas.

 

En la mañana, una representación fue al Conservatorio de Música José White para un intercambio con estudiantes, como extensión de la experiencia pedagógica de su academia nombrada La rumba soy yo, homónima del disco que le valió el Premio Grammy Latino 2001.

 

“Con la academia estamos contribuyendo en la juventud de lo que es la rumba, porque el folclor es nuestra vivencia, es nuestra actitud, es la rumba”, declaró a Adelante Bárbaro Ramos, el primer bailarín y administrador.

 

Como preámbulo del espectáculo, Los Muñequitos recibieron la bienvenida musical de Rumbatá, en la plazuela del Teatro Principal, muestra de gratitud porque los camagüeyanos reconocen en los matanceros a una institución de resonancia a través del tiempo.

 

“Los Muñequitos es la escuela de la rumba en este país, es la identificación de la verdad de la rumba, el sentimiento puro, tradicional y que va de familia en familia. Todos tienen ese compromiso con su tierra, con los grandes de la rumba que hicieron este género, y esa misma forma e identidad la defienden a capa y espada su tradicional rumba y eso deja un legado en la juventud”, dijo Wilmer.

 

Bárbaro Ramos agradeció la hospitalidad de Camagüey, de Wilmer Ferrán, el director de Rumbatá y de Cultura en la provincia, “que siempre nos ha atendido como si fuera una familia”.

 

Los Muñequitos de Matanzas participan en el festival internacional Jazz Plaza que hizo escala en Camagüey, con el pretexto de la gira y de aquí siguen con el rumbó a Santiago de Cuba.

 

“Ya estuvimos en Ciego de Ávila. Seguimos para Santiago donde nos están esperando también con mucho cariño. Provincias que nos aman mucho son La Habana, Camagüey, Ciego de Ávila y Santiago. Lo que importa es que la cultura trascienda por el país y demostrando y dando nuestro corazón hacia la rumba”, concluyó.

 

Por Yanetsy León González/ Adelante

Foto: Alejandro Rodríguez Leiva/ Adelante

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