La Habana.- LA UNIÓN Mundial de Luchas (UWW, por sus siglas en inglés) catalogó el miércoles a Mijaín López como «uno de los grandes de todos los tiempos», al identificar a los mejores gladiadores de la década iniciada en 2010.
La UWW destacó el currículo del pinareño, quien en ese período subió dos veces a lo más alto de los podios olímpico (Londres 2012 y Río de Janeiro 2016) y mundial (2010 y 2014).
La entidad resaltó que el Gigante de Herradura tiene ahora 37 años de edad, sigue activo y pretende competir en los Juegos Olímpicos de Tokio, en 2021, en busca de su cuarto título a ese nivel.
Los elogios de la UWW llegan como parte de sus mensajes en tiempos de pandemia, en los cuales ha identificado a los mejores exponentes por etapas, y también a los campeones más jóvenes y veteranos de la historia.
En el decenio 2010-2019, Mijaín aparece mencionado junto a otros estelares como la japonesa Kaori Icho, los rusos Abdulrashid Sadulaev, Roman Vlasov y Natalia Vorobeva, los estadounidenses Jordan Burroughs y Adeline Grey, los georgianos Artur Aleksanyan y Vladimir Khinchegashvili, y el turco Taha Akgul (TUR).
Sin embargo, a juicio de la UWW, el acontecimiento más relevante de este período fue la superación de la crisis que colocó a la lucha fuera del programa olímpico por espacio de siete meses.
Recordemos que el 11 de febrero de 2013 el buró ejecutivo del Comité Olímpico Internacional (COI) excluyó a la lucha del programa bajo los cinco aros, aludiendo una serie de problemáticas.
Tal situación estremeció a la entonces Federación Internacional de Luchas Asociadas, la gloriosa Fila, al punto de promover un cambio de liderazgo, actualizaciones en los sistemas competitivo y de reglas, y un mayor uso de las tecnologías.
Siete meses después, la Asamblea General del COI llevó a votación los deportes que se agregarían al calendario de Río-2016 y el de las llaves y los agarres ganó su espacio con absoluta claridad.
Para no pocos entendidos en el asunto, todo aquello fue una movida “brillante” para resolver asuntos pendientes con la Fila y evitar que el béisbol-softbol entrara al programa bajo los cinco aros, luego de ejecutar una intensa e interesante estrategia.
El COI sospechaba, más bien sabía, que para vencer a las disciplinas de los strikes debía ponerla a competir con una grande. Y a la lucha, con 18 juegos de medallas y participantes en todo el planeta, nadie la vencería en aquella contienda. Tomado de jit.