Camagüey, . La Escuela de Iniciación Deportiva (EIDE) Cerro Pelado, ubicada en la periferia de esta ciudad, se alista para la reanudación del periodo lectivo 2019-2020 y el comienzo del venidero calendario, como parte de la recuperación pos- COVID-19.
Actualmente se les brinda mantenimiento a los botes y las equipos empleados para la práctica del remo y el ciclismo, respectivamente, además de algunas acciones constructivas que comprenden arreglar las ventanas del gimnasio central, entre otras.
Así informó Alberto García Rivero, su director, durante una reciente visita efectuada al centro por directivos del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER), para comprobar la estrategia a implementar en la presente fase dos, posterior a mayor incidencia de la pandemia en el país.
Los gimnasios de lucha y judo están preparados en correspondencia con las normas sanitarias, determinadas por la presente contingencia epidemiológica, así como también dispondrán de los espejos para que los atletas realicen la corrección de los elementos técnicos, y de juegos de luces para desarrollar dos sesiones de entrenamiento.
Similares condiciones presentan las salas de boxeo y esgrima, en esta última, en aras de evitar el hacinamiento, se organizaron dos horarios para la ejercitación de los equipos de sable, florete y espada, los cuales estarán divididos en las tres áreas allí demarcadas.
A su vez, la cobertura docente está garantizada y existen los medios de cómputo distribuidos en los laboratorios para los tres niveles de enseñanza.
Con una matrícula actual de 950 estudiantes en 29 disciplinas-, en la EIDE de la región agramontina están disponibles 18 dormitorios, cada uno con una capacidad de 24 alumnos, para la etapa conclusiva del curso 2019-2020, prevista a empezar en septiembre próximo.
García Rivero comentó que fueron reparados tres de los albergues y para noviembre venidero se prevé contar con un total de 24 locales de ese tipo, además de que se habilitaron tres nuevas aulas en el estadio de béisbol Cándido González Morales, de esta urbe, en función de impedir la concentración de los educandos.
La experiencia vivida por los que se despeñan en la institución, cuando esta funcionó como centro de aislamiento para contactos de pacientes confirmados con la COVID-19, servirá para afrontar el actual contexto, incluso tras haberse desarrollado el proceso de desinfección, valoró.
En reconocimiento al quehacer desplegado durante el periodo de enfrentamiento al padecimiento infeccioso, la escuela está propuesta para recibir la Bandera Proeza Laboral, distinción que confiere la Central de Trabajadores de Cuba. Por: Maria Rosa del Sol. Foto: Rodolfo Blanco.