La alerta ante el envejecimiento en la población cubana, es un tema recurrente y de atención en todo el país. La ciudad de Camagüey no escapa de esta situación, las personas en edad anciana representan un 21% de la población en el territorio. La Oficina del Historiador de la ciudad, en su rol de institución gestora del Proyecto de Industrias Creativas, en el proceso de encuestas en el Circuito Creativo concluyeron, que en esta área el 31% de los habitantes pertenecen a la tercera edad.

Ante dichas estadísticas se debe prestar especial atención a esta preocupante dentro del programa de atención a la familia en el municipio, y trazar estrategias que aseguren la calidad de vida de estas personas. La Oficina, en el Plan de Manejo del Centro Histórico y la red de instituciones culturales que la integran, busca soluciones a este tema. Se propicia la incorporación de los adultos mayores a los proyectos socioculturales en las distintas comunidades donde están ubicadas, así como realizar acciones para eliminar las barreras físicas en la ciudad.

Pero es una alerta que nos involucra a todos, no solo a las autoridades e instituciones estatales, también la gestión del sector privado y los nuevos actores económicos pueden insertarse en la búsqueda de alternativas y respuestas en la atención que se necesita. Las casas de abuelos, así como asilos de ancianos no son suficientes para la demanda que nos ocupa, así sucede, además, con los comedores de servicio a atención a la familia.

Otro factor que también incide en este grupo etáreo son los medicamentos y las colas interminables en las farmacias para la obtención de los mismos. El sistema de mensajerías que se implementó durante los meses de recrudecimiento de la pandemia, es una opción viable para aliviar esta situación.

Se impone entonces pensar, que podemos hacer con nuestras manos y creatividad; la ancianidad es un camino al que nos dirigimos con cada despertar.