Poliamor: ¿eufemismo de infidelidad?

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Recientemente una peculiar noticia sacudió las redes sociales. Diversos medios de prensa divulgaron que por primera vez en Cuba se hacía pública una relación poliamorosa compuesta por tres personas.
Lisandra, Yohandry y Sheyza, jóvenes veinteañeros, que mantienen un vínculo formal y estable hace más de un año. Desde su hogar, en el habanero municipio de La Víbora, muestran a los seguidores de su cuenta en Instagram cómo es su convivencia diaria. Fotos y videos reflejan el amor que ha florecido entre ellos.
Pese a que muchos se escandalizan, debido a la monogamia como estilo de vida predominante, el poliamor ha existido en diferentes épocas, pero la mayoría de las veces se ha mantenido oculto a consecuencia del rechazo social.
Sin embargo, a lo largo de la historia personajes famosos se atrevieron a elegir abiertamente una relación múltiple, como es el caso de los escritores y filósofos franceses Simone de Bauvoir y Jean Paul Sartre.
La pareja fue símbolo de la liberación sexual en los años sesenta y setenta del pasado siglo, pues mantuvo ese tipo de lazo durante unos 50 años. En la actualidad la dupla es considerada como la precursora del poliamor y también del llamado amor libre.
Cada vez la práctica gana más terreno y en algunos lugares del mundo se consolida como una tendencia. Según las fuentes consultadas los países donde más se ejerce son Canadá, Alemania, Estados Unidos y México.
En territorio poliamoroso
Varios especialistas concuerdan en que se denomina poliamor al hecho de mantener relaciones románticas y/o sexuales con varias parejas simultáneamente, donde todos los involucrados están conscientes y lo aprueban.
Por lo que el vínculo poliamoroso se establece entre tres individuos, cuatro o incluso más, los cuales pueden tener diferentes orientaciones sexuales.
De acuerdo con un estudio publicado por la Universidad Complutense de Madrid en el 2019, existe el “poliamor jerárquico” cuando una relación es más continua o frecuente entre dos personas y con una tercera resulta menor porque no convive con los demás participantes. Aun en esa situación, la lealtad y transparencia entre todos figura como primordial.
Al igual que en las parejas convencionales, la sexualidad en ese tipo de vínculo, forma parte de una esfera más amplia que incluye además afecto, cuidado mutuo, honestidad, colaboración, la crianza de los hijos y la búsqueda del crecimiento espiritual en conjunto.
El poliamor también supone amar, al mismo tiempo, a distintas personas de manera consensuada, ética y responsable; puesto que, para sus adeptos, el amor no tiene que estar centrado en un único sujeto, sino que se reparte entre todos los que conforman la relación.
La bayamesa Sandra García Fonseca discrepa sobre la posibilidad de amar dos personas con la misma intensidad y menos compartirla. Ella manifiesta que dicha práctica no es para ella, pues no se sentiría cómoda compartiendo a su pareja con alguien y viceversa.
“Pienso que no es posible amar con la misma intensidad a dos personas simultáneamente. Además, no me gusta la idea de llegar a casa y tener sexo con dos sujetos a la vez, o primero con uno y luego con otro en el mismo lugar, como si fuera algo normal”, agrega García Fonseca.
“Hay que tener en cuenta que estar enamorado es un sentimiento de cercanía y de afecto hacia otra persona (o personas), y que la monogamia es una regla social que en algunas culturas se espera que culmine en el matrimonio”, afirma el psicólogo español Juan Nieto.
A Max Barbosa Miranda, residente en La Habana, no le queda claro si él fuera capaz de tener una relación de ese tipo, pero reconoce la necesidad de que sea visibilizada la práctica poliamorosa.
“Pienso que no existen muchas personas preparadas y conscientes para establecer una relación así, porque apela más a la sinceridad que a la monogamia, e implica un alto grado de madurez emocional para liberarse de las inseguridades”, dice también Barbosa.
Una investigación difundida por la Universidad Nacional de Colombia en el 2018 apunta que para establecer ese tipo de vínculo sexo- afectivo el mayor desafío consiste en dar paso a lo que se denomina compresión, que significa alegrarse por la felicidad de la pareja al estar con otra persona; razón por la cual son fundamentales la confianza, el respeto y la comunicación.
No obstante, los celos suelen ser uno de los problemas que comúnmente afectan a las parejas. Para lograr el éxito en una relación poliamorosa, lo más complejo es dejar de lado dicho sentimiento.
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Lo que parece, pero no es
Los poliamorosos encuentran en dicha práctica una alternativa al modelo hegemónico de posesividad y exclusividad impuesto por la sociedad; con la que pueden disfrutar a plenitud sus experiencias eróticas y emocionales.
La mexicana Diana Neri, una de las principales difusoras del poliamor en América Latina, señala que con él se subvierten las relaciones de doble moral y engaño a las que están acostumbradas algunas culturas, principalmente en la región, donde el varón domina la escena sexual, reproductiva y afectiva.
Por otro lado, una encuesta presencial realizada por el Observatorio de Consumo Joven a hombres y mujeres de entre 18 y 30 años en Argentina, reveló que el 25 % de ellos cree en las relaciones amorosas con más de una persona a la vez.
Lo que explica que, en la actualidad, individuos de ambos sexos prefieren establecer ese lazo erótico y emocional antes que recurrir a la traición y las mentiras, frecuentes en parejas.
El poliamor no debe confundirse con infidelidad, porque se trata de una opción para experimentar el amor y el sexo de manera equilibrada e igualitaria; donde todos los participantes están de acuerdo y se sienten a gusto en la relación. Cortesía: http://lademajagua.cu/
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