Es un emblema que representa a la ciudad de Camagüey.

Fundada el 2 de febrero de 1514 en lo que hoy conocemos como municipio Nuevitas y que desde el 10 de Marzo de 1817 identifica a la ciudad, para orgullo de sus moradores.

Escudo histórico de la Villa de Santa María del Puerto del Príncipe.

Es un emblema que representa a la ciudad de Camagüey.

Fundada el 2 de febrero de 1514 en lo que hoy conocemos como municipio Nuevitas y que desde el 10 de Marzo de 1817 identifica a la ciudad, para orgullo de sus moradores.

Escudo histórico de la Villa de Santa María del Puerto del Príncipe.

La cultura es una particularidad emblemática de Camagüey. No solo porque aquí Silvestre de Balboa escribió en 1608 Espejo de paciencia, texto iniciador de las letras en la Isla, o ser cuna de renombrados literatos como Gertrudis Gómez de Avellaneda y Nicolás Guillén; del pintor Fidelio Ponce, ejemplo trascendente de la plástica cubana, o del compositor Jorge González Allué, autor de la universalmente conocida Amorosa Guajira, entre otras importantes figuras; sino porque más allá de sus añejas e ilustres tradiciones, su gente tiene una especial vocación por todo lo que enriquece la espiritualidad y el intelecto.

Creación

El Escudo de Armas, fue concedido a la ciudad de Puerto Príncipe por el Rey Fernando VII, y diseñado por el cronista de la casa Real Francisco D. De la Carrera según su Real Cédula del 10 de marzo de 1817.

Diseño

Este escudo representa: Dos palomas de plata, cada una de ellas, tiene una antorcha encendida en el pico, que representan la Paz y el Amor.

Un perro Lebrel: Significa la lealtad, hidalguía y fidelidad de los Camagüeyanos.

Castillos y Leones: Denota la valentía, la bizarría y el arrojo de los ciudadanos.

Corona Ducal: Concedida solamente a ciudades importantes, por radicar en ellas instituciones importantes.

Labrenquines: Adornos en forma de hojas de Acanto, que rodea el escudo y significaban la protección con la que se cubrían las armas en la antigüedad.

Para el diseño se utilizó el estandarte real de la villa de Santa María del Puerto del Príncipe que llevaba dos palomas en sus patas, orladas por el toisón de oro.