Para Camagüey, ciudad de tinajones, el reinicio del curso escolar ha sido todo un evento y no precisamente porque se han hecho grandes actos, ni grandes escenarios, sino por el hecho de haber comenzado en un contexto difícil tanto histórico como político y social.

En los más de 699 centros educacionales se han llevado a cabo diferentes estrategias con el fin de garantizar un ambiente estable, teniendo en cuenta el protocolo de salud en la actual etapa de recuperación de la COVID y el rebrote en otras provincias del país, incluso en las más cercanas a la nuestra.

Directivos, educadores estudiantes y familias ponen todo su empeño para que el cierre del curso no se detenga y poder comenzar en noviembre el próximo período lectivo. Es por ello que es digno reconocer, la labor titánica que hoy realizan los educadores en procesos como el diagnóstico certero y oportuno, el trabajo con la familia, la entrega pedagógica, la elaboración, seguimiento y cumplimiento de horarios escalonados y sistemas de trabajo ajustados.

Sacrificio y entrega es la bandera que enarbolan los actuales educadores, siempre dispuestos a realizar la tarea que hoy pide la dirección del país y el MINED porque acostumbrados a las victorias estamos seguros que el mañana será para sonreír y contar la historia de esta etapa como una de las mejores, donde el ser humano, sobre todo el maestro, como siempre ha hecho, sacó provecho a la difícil situación para exponer novedosos resultados e investigaciones de carácter científica de su labor.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Con el entusiasmo que los caracteriza niños de las Escuelas Primarias “Tato Rodríguez” y “Enrique José Varona” pudieron disfrutar de una de las propuestas de este verano: el pasadía por el Parque Botánico de Camagüey; proyectada por Educación Municipal en coordinación con la UJC y la Comisión de Recreación para la Etapa Estival.

Esta instalación cuenta con variadas ofertas gastronómicas y recreativas, entre las que se destacan: servicio de restaurante, piscina, organopónico con una forma peculiar en forma de círculo, único de su tipo en Cuba por una idea venezolana, además de diferentes áreas donde se pueden apreciar las distintas especies maderables características de este parque.

A su vez, los pequeños apreciaron la maqueta y las diferentes salas con fotos distintivas de la naturaleza de este sitio y el lugar donde se prevé el parque martiano por las eminentes palmeras que se exhiben bajo el cielo azul, mostrándose como símbolo universal de los cubanos patriotas.

Al concluir el recorrido, los niños terminaron el día con el baño en la piscina, oportunidad para refrescar el sofocante calor de estos meses de verano, luego de una amplia caminata por todo el parque y de aprender la historia de este mágico sitio donde se preserva la naturaleza.