Las Especialistas de ProSalud Camagüey realizan la práctica de actividad física en forma sistemática y regular tomando como un elemento significativo la prevención de enfermedades y el desarrollo y rehabilitación como elemento determinante de salud y #calidaddevida.
¡Practica actividad física, 30 minutos hacen la diferencia!.

La pandemia de #COVID19 nos ha llevado a muchos a quedarnos en casa, donde mantenemos menos interacciones sociales y hacemos menos ejercicio. Esto puede tener consecuencias negativas para la salud física y mental.
A continuación ofrecemos recomendaciones para que usted y su familia se mantengan sanos en casa durante este periodo de confinamiento.
Cuidar nuestra salud mental
A medida que los países han ido aplicando medidas para restringir los movimientos con el fin de reducir el número de infecciones por el virus de la #COVID_19, cada vez más personas estamos cambiando radicalmente nuestra rutina cotidiana.
Las nuevas realidades del teletrabajo, el desempleo temporal, la enseñanza en casa y la falta de contacto físico con familiares, amigos y colegas requieren tiempo para acostumbrarse. Adaptarnos a estos cambios en los hábitos de vida y enfrentarnos al temor de contraer la COVID-19 y a la preocupación por las personas próximas más vulnerables es difícil, y puede resultar especialmente duro para las personas con trastornos de salud mental.
Afortunadamente, son muchas las cosas que podemos hacer para cuidar nuestra salud mental y ayudar a otras personas que pueden necesitar más apoyo y atención.
Confiamos en que los siguientes consejos y recomendaciones le resulten útiles.
Manténgase informado. Escuche los consejos y recomendaciones de las autoridades nacionales y locales. Recurra a fuentes informativas fiables, como la televisión y la radio locales y nacionales, y manténgase al día de las últimas noticias de la Organización Mundial de la Salud (
World Health Organization (WHO)
, el
Ministerio de Salud Pública de Cuba
en las redes sociales.
Siga una rutina.
Conserve sus rutinas diarias en la medida de lo posible o establezca nuevas rutinas.
Levántese y acuéstese todos los días a una hora similar.
No descuide su higiene personal.
Tome comidas saludables en horarios fijos.
Haga ejercicio de forma habitual.
Establezca horarios para trabajar y para descansar.
Reserve tiempo para hacer cosas que le gusten.
Reduzca la exposición a noticias.
Intente limitar la frecuencia con la que ve, lee o escucha noticias que le causen preocupación o tensión. Infórmese de las últimas noticias a una hora determinada, una o dos veces al día en caso necesario.
El contacto social es importante.
Si sus movimientos se encuentran restringidos, mantenga un contacto regular con las personas próximas por teléfono o internet.
Evite el alcohol y las drogas.
Limite el consumo de bebidas alcohólicas o evítelas por completo. No empiece a consumir alcohol si nunca lo había hecho. Evite utilizar el alcohol y las drogas para enfrentarse al miedo, la ansiedad, el aburrimiento o el aislamiento social. No existe ningún dato que demuestre que el consumo de alcohol proteja contra las infecciones víricas o de otro tipo. De hecho, sucede lo contrario, ya que el abuso del alcohol está asociado a un mayor riesgo de infecciones y a un peor resultado del tratamiento. Además, debe ser consciente de que el consumo de alcohol y drogas puede impedirle tomar las precauciones adecuadas para protegerse contra la infección, como una correcta higiene de manos.
Controle el tiempo de pantalla.
Sea consciente del tiempo que pasa cada día delante de una pantalla. Asegúrese de descansar cada cierto tiempo de las actividades de pantalla.
No abuse de los videojuegos.
Aunque los videojuegos pueden ser una forma de relajarse, cuando se está en casa mucho tiempo se puede caer en la tentación dedicarles mucho más tiempo del habitual. Asegúrese de mantener un equilibrio adecuado con las actividades sin dispositivos electrónicos.
Utilice adecuadamente las redes sociales.
Emplee sus cuentas en redes sociales para promover mensajes positivos y esperanzadores. Corrija cualquier información errónea que vea.
Ayude a los demás.
Si puede, ofrézcase a ayudar a otros miembros de la comunidad que lo necesiten, por ejemplo para hacerles la compra.
Apoye a los profesionales sanitarios.
Exprese en las redes sociales o en su comunidad su agradecimiento a los profesionales sanitarios de su país y a todas las personas que trabajan para responder a la COVID-19.
No discrimine
El miedo es una reacción normal en situaciones de incertidumbre. Pero, a veces, este miedo se expresa de un modo que resulta hiriente para otras personas. Recuerde:
Sea amable. No discrimine a las personas por miedo a la propagación de la COVID-19.
No discrimine a las personas que crea que puedan estar infectadas por el coronavirus.
No discrimine a los profesionales sanitarios. Los trabajadores de la salud merecen nuestro respeto y gratitud.
La COVID-19 ha afectado a personas de muchos países, por lo que no se la debe asociar a un grupo humano concreto.
Si es usted madre o padre
En momentos de estrés es normal que los niños requieran más atención.
¿Qué puede usted hacer?
Mantenga las rutinas familiares siempre que sea posible o cree nuevas rutinas, especialmente si deben ustedes permanecer en casa.
Comente el nuevo coronavirus con sus hijos e hijas de forma sincera y utilizando un lenguaje adecuado para su edad.
Ayúdeles con el aprendizaje en casa y asegúrese de que tengan tiempo para jugar.
Ayúdeles a encontrar formas positivas de expresar sentimientos como el miedo y la tristeza. A veces puede ser útil hacerlo mediante una actividad creativa como jugar o pintar.
Ayude a los niños a mantenerse en contacto con sus amigos y familiares por teléfono y por internet.
Asegúrese de que sus hijos e hijas no pasen todo el día delante de la pantalla y realice con ellos otro tipo de actividades como preparar un pastel, cantar y bailar, o jugar en el patio o jardín si dispone de ellos.
Intente que sus hijos e hijas no dediquen más tiempo del habitual a los videojuegos.
Si es usted una persona mayor
Mantenga un contacto regular con sus seres queridos, por ejemplo por teléfono, correo electrónico, redes sociales o videoconferencia.
En la medida de lo posible, siga rutinas y horarios fijos para comer, dormir y practicar actividades que le gusten.
Aprenda ejercicios físicos sencillos para realizar en casa durante la cuarentena a fin de mantener la movilidad.
Averigüe cómo obtener ayuda práctica en caso necesario; por ejemplo, cómo llamar un taxi, hacer un pedido de comida o solicitar atención médica. Asegúrese de disponer de reservas de sus medicamentos habituales para un mes o más. En caso necesario, pida ayuda a familiares, amigos o vecinos.
Si padece usted un trastorno de salud mental
Si recibe tratamiento por un trastorno de salud mental, es imprescindible que continúe tomando su medicación según las instrucciones y que se asegure de poder reabastecerse de medicamentos. Si acude periódicamente a un especialista en salud mental, averigüe cómo seguir recibiendo su ayuda durante la pandemia.
Manténgase en contacto con sus seres queridos y sepa a quién puede pedir ayuda si su salud mental empeora.
Si recibe tratamiento por un trastorno relacionado con el consumo de alcohol o drogas, tenga en cuenta que el brote de COVID-19 puede fomentar los sentimientos de miedo, ansiedad y aislamiento, lo que a su vez puede aumentar el riesgo de recaída, abuso de sustancias, abandono del tratamiento o incumplimiento de las pautas de tratamiento. No deje de tomar la medicación prescrita, especialmente en el caso de los opiáceos como la metadona o la buprenorfina, y asegúrese de poder obtener regularmente su medicación. Si recibe asistencia de un psicólogo o un grupo de apoyo, averigüe cómo mantener esa asistencia durante la pandemia.
Si recibe tratamiento por un trastorno relacionado con los videojuegos o los juegos de azar, continúe su tratamiento siempre que sea posible. Consulte a su terapeuta o profesional sanitario el mejor modo de mantener el tratamiento durante el confinamiento domiciliario. Cortesía: https://www.who.int/es/campaigns/

La #tuberculosis es una amenaza seria para la salud, especialmente para las personas que tienen el VIH. Las personas con el #VIH tienen más probabilidades que otras de enfermarse de tuberculosis. A nivel mundial, la tuberculosis es una de las principales causas de muerte en las personas que tienen el VIH.
Si no se administra un tratamiento, como ocurre con otras infecciones oportunistas, el VIH y la tuberculosis pueden actuar en combinación para acortar la vida de la persona infectada.
Una persona con infección de tuberculosis latente no tratada e infección por el VIH tiene muchas más probabilidades de presentar enfermedad de tuberculosis en el transcurso de su vida que alguien que no tiene infección por el VIH.
Entre las personas con infección de tuberculosis latente, la infección por el VIH es el factor de riesgo conocido más significativo para que la infección evolucione a enfermedad de tuberculosis.
Una persona con infección por el VIH y enfermedad de tuberculosis tiene un cuadro clínico de sida.
Las personas infectadas por el VIH que también tienen infección de tuberculosis latente o enfermedad de tuberculosis pueden ser tratadas eficazmente. El primer paso es asegurarse de que las personas con el VIH se hagan pruebas para detectar la infección de tuberculosis. Si se detecta infección de tuberculosis, es necesario hacer más pruebas para descartar la enfermedad de tuberculosis. El próximo paso es comenzar el tratamiento para la infección de tuberculosis latente o la enfermedad de tuberculosis según los resultados de las pruebas.

Tratamiento
La infección de tuberculosis latente no tratada puede evolucionar rápidamente a enfermedad de tuberculosis en las personas que tienen el VIH porque su sistema inmunitario ya está debilitado. Y sin tratamiento, la enfermedad de tuberculosis puede evolucionar y causar la muerte.
Afortunadamente, hay varias opciones de tratamiento para las personas que tienen el VIH y que también tienen infección de tuberculosis latente o enfermedad de tuberculosis. Cortesía: https://www.cdc.gov/tb/esp/topic/basics/

#Cuba ha colaborado con 75 países en medio de la pandemia de la #Covid19…, de acuerdo con sus principios de #Solidaridad
 
Al respecto Bruno Rodríguez refiere: "Nuestra política exterior honra el principio de la solidaridad", además el Director del IPK hace referencia también: "Esa es una de las lecciones que deja la pandemia, la necesidad de unirse ante los desafíos". Manuel Romero.
 
Hasta la fecha, la mayor isla de las Antillas ha enviado a más de cuatro mil profesionales de la salud a cooperar en 40 naciones y territorios para apoyar en el enfrentamiento al coronavirus SARS-CoV-2, a solicitud de esos gobiernos.
 
Ellos se sumaron a los más de 28 mil que ya prestaban servicios en 58 países antes de la emergencia sanitaria.
Por su impacto positivo a nivel internacional, el Contingente Médico cubano Henry Reeve ha sido propuesto como candidato para el Premio Nobel de la Paz 2021. Cortesía: https://www.prensa-latina.cu/
 

Afecciones relacionadas con el VIH/SIDA
El VIH y la tuberculosis (TB).
Puntos importantes
La #tuberculosis (#TB) es una enfermedad causada por una bacteria llamada Mycobacterium tuberculosis. La bacteria de la tuberculosis se puede propagar de persona a persona a través del aire.
Una vez en el cuerpo, la TB puede estar inactiva o activa. La TB inactiva se conoce como infección tuberculosa latente. La TB activa se conoce como enfermedad tuberculosa.