Cuando ellos enferman todo en casa se trastoca. Ellos son más propensos a enfermar dada la inocencia que los caracteriza. Por esto, es el adulto al que le corresponde velar por ellos, por su cuidado. Es necesario estar atento a que cumpla las medidas de higiene, el lavado de sus manos frecuentemente, que use el nasobuco correctamente, y muy importante que se mantenga en el hogar la mayor parte del tiempo. Debemos extremar las medidas en el hogar, incluso limitar la entrada de personas a nuestras casas. Por favor, seamos responsables en nuestro actuar cotidiano. Cuidémonos todos y extrememos el cuidado de nuestros niños y niñas. El llamado es hoy a no confiarnos. Demostremos el amor por nuestros pequeños cuidando de ellos.