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Por estas jornadas de trabajo sistemático en el combate y prevención de la COVID-19, se hace necesaria la disciplina y unidad del pueblo junto a todos los factores de la comunidad. Es allí donde juega un papel fundamental esa persona reconocida y electa por las masas: el delegado del Poder Popular en la circusncripción.

En no pocas ocasiones, nuestro invicto Comandante en Jefe Fidel Castro, insistió en que “los delegados y Órganos de Poder Popular existen fundamentalmente, no para explicar los problemas al pueblo, sino para resolverlos; no para gestionar explicaciones, sino para gestionar soluciones”.

En Minas, en momentos cruciales como los que vivimos, esta fuerza se compone de 20 mujeres y 39 hombres, con un promedio de edad de 40 años y entre los que puede encontrarse desde jóvenes con mucho entusiasmo como Yosbel Rivero Silva de 27 años de edad, hasta mayores con vasta experiencia como Luis Rice Tross, de 65.

Hoy todos están inmersos en una tarea colosal: protegidos con nasobucos caminan sus circunscripciones, a pleno sol o en la noche, con lluvia o sin ella; apoyan al médico y enfermera de la familia en la capacitación de la población mediante las audiencias sanitarias, el pesquisaje casa a casa para detectar cualquier persona con síntomas febriles o de gripe; revisan la efectividad de los comedores de atención a la familia (SAF) y supervisan la labor de los trabajadores sociales en la atención a los adultos mayores, discapacitados y sectores más vulnerables de la población.

También revisan que cada estudiante esté haciendo el uso correcto de las teleclases que se imparten por la televisión, en fin, se involucran en su comunidad en la identificación de aquellos problemas de carácter higiénico-sanitario y en el enfrentamiento a las indisciplinas sociales que puedan afectarla.

La más importante responsabilidad de un delegado en su demarcación es estar en contacto permanente con los electores, conocer sus criterios, necesidades, quejas u opiniones y trasladarlos a las autoridades administrativas, pero su función principal es actuar por sí mismo y trabajar en el municipio en la búsqueda de soluciones a esos problemas que los aquejan.

La convicción de avanzar y vencer está bien impregnada en los delegados mineños, seguros de requerir en esta difícil campaña, de la unidad de acción, el apego al cumplimiento de los documentos rectores, velar por la correcta y transparente administración del patrimonio público, así como potenciar la autonomía del municipio. (Texto e imágenes: Caridad Reyes Reyes/AMPP Minas)