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En estos días de aislamiento social y de tanto estrés por la pandemia que azota el mundo, he buscado en mi colección de películas para volver a disfrutar de algunas. Harry Potter, otras de deportes y bueno, las siempre entretenidas de super héroes, Batman, Superman y todas las de la saga de Los vengadores, de los Estudios Marvel.

Mientras las veía me parecía que lo que sucede hoy en el mundo parece uno de esos clásicos filmes de Hollywood con una enfermedad global que daña a  todos por igual y pone en riesgo la existencia humana, pero esta vez los héroes no son extraterrestres, ni super humanos; tampoco millonarios con una inteligencia y devoción por ayudar a los demás fuera de lo común y, por supuesto, no son soldados mejorados científicamente.

Los protagonistas de esta lucha real llevan bata en lugar de capa; no son soldados sino médicos; ni millonarios sino trabajadores  y son cubanos.

Sí, son de esta isla del Caribe que no sale en ninguna película como protagonista, ni tampoco la quieren reconocer como la verdadera garante de los derechos humanos que es.

Descendientes de europeos, africanos o asiáticos hoy regresan a la tierra de sus antepasados a luchar en una guerra en la que sus armas son jeringuillas y sus balas, medicamentos.

Las fortunas que esperan hacer no son más que la felicidad de ver al mundo abrazado otra vez como hermanos y que cuando alguien diga Cuba, sonría y recuerde que ellos salvaron muchas vidas.

No marchan porque en su Patria no existan enfermos sino porque están seguros de que los suyos están protegidos por un consolidado  sistema de salud y porque saben que desde el barrio, la cuadra y la circunscripción, todos cuidan de todos; porque la familia cubana no termina donde se pierde el apellido. Para un cubano la familia va desde el vecino hasta un coterráneo que encuentra en cualquier lugar del mundo.

Cada noche mi Patria se funde en un aplauso para honrar a quienes en la primera línea de combate, como verdaderos superhéroes,  enfrentan al enemigo invisible SARS CoV – 2.

En estos momentos tan difíciles es que entiendo que los de los comics norteamericanos solo son entretenimiento porque los verdaderos héroes son mis hermanos, los médicos cubanos, héroes de batas blancas. (Texto: José Félix Hernández/AMPP Vertientes) (Imagen: Tomada del sitio en  Internet www.freepik.es )