Camagüey, 15 oct.- Esta es una historia con un final feliz gracias a héroes de batas blancas en Camagüey, así lo reconoce la paciente y protagonista de los hechos, Asela González Guerra.
Esta agramontina de 40 años y con un embarazo de alto riesgo obstétrico en la semana 26 de gestación, llegó el pasado 3 de septiembre con síntomas de Covid-19 al Hospital Materno, donde le confirmaron el contagio de la pandemia y enseguida atendieron su preocupante estado clínico.
Trasladada primero a la Unidad de Vigilancia Obstétrica habilitada en el Hospital Provincial Manuel Ascunce Domenech, y de ahí a la Sala de Terapia Intensiva, Asela pasa al estado crítico y los médicos del equipo multidisciplinario adoptan la decisión de practicarle cesárea.
En esas circunstancias tan difíciles, pero sin Covid-19, el 27 de septiembre llegó al mundo la bebé Luz de los Milagros, que quedó ingresada en la sala de cuidados para los niños con bajo peso al nacer.
Luego de 39 días y gracias a la atención esmerada del personal médico y de enfermería, Asela fue trasladada al Materno de Camagüey para tener el primer encuentro con su hija.
Luego de estar varios días entre la vida y la muerte, la sonrisa y paz marcan su cara y se despide del equipo médico y de enfermería que como una gran familia la acogió y cuidó en la Sala de Intensivo del Hospital Provincial.
Esta es una historia que continúa con mucho amor y que con el paso de los días su desenlace será el alta médica de Asela y su pequeña, para reunirse con los demás integrantes del hogar: su esposo y sus otros dos hijos, de 20 y 15 años respectivamente.
La recuperación de esta camagüeyana y su bebé, luego de tantas vicisitudes por lo riesgoso de su embarazo y las complicaciones por la Covid-19, llevan implícita la valentía de los héroes de batas blancas en Camagüey.
El agradecimiento a los trabajadores del sector de la Salud Pública que han hecho posible que hoy Asela pueda tener en sus brazos su pequeña Luz de los Milagros. (Liset Fernández Torres/ Gobierno provincial Camagüey)
Leer más...