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Camagüey- Las complejidades del 2020 pusieron a prueba el sistema institucional de Camagüey. En diálogo con la prensa, Tamira González Jiménez, directora provincial de Cultura, destacó la consagración de quienes persistieron en el empeño de sanar las almas angustiadas por el impacto de la pandemia.

“Los artistas y los trabajadores del sector se crecieron ante las circunstancias. Desde sus casas no dejaron de hacer. Activamos las plataformas digitales, y eso permitió alimentar el espíritu del pueblo cubano”, enfatizó.

Entre las alternativas para reajustar el contenido laboral, estuvieron las funciones como pesquisidores o mensajeros de medicamentos y comida para abuelos. Durante la situación epidemiológica más difícil, las Casas de Cultura en los municipios apoyaron la docencia de estudiantes de las escuelas de arte.

“Pudimos ofrecer a los artistas una atención diferenciada. Compramos obras a los plásticos que no reciben un salario. Así garantizamos piezas para el fondo del Museo Provincial Ignacio Agramonte. Hicimos cápsulas a los escritores y la presentación de sus libros, como vía para pagar derecho de autor”, añadió.

Los artistas del catálogo del Centro Provincial de la Música, que por lo general cobran según sus actuaciones, recibieron la garantía salarial fijada por el Estado: “En esa situación tenemos a 358 músicos. Las orquestas de música popular aún no se pueden comercializar”.

Del tema económico reconoció las expectativas en relación con la Tarea Ordenamiento: “La COVID-19 nos ha permitido ponernos de acuerdo con los organismos que se sirven del talento artístico, para un proceso de comercialización diferente, a través del Centro Provincial de la Música y el de las Artes Escénicas. Nos reuniremos con los músicos para explicar”, añadió.

También reconoció la apertura del esquema económico con la facilidad para la exportación y la exportación para empresas como el Fondo Cubano de Bienes Culturares (FCBC), del que depende la enseñanza artística y Casas de Cultura.

“Además dimos pasos con la Cámara de Comercio para involucrarnos con la venta de productos culturales al mundo. Somos un sector beneficiado por el Estado pero demandamos muchos gastos. Montar una gala cultural requiere dinero, no solo para pagar el talento sino la logística de audio, luces, videos, pantallas. Los artistas exigen también de esa calidad”, enfatizó.

Con la fase de recuperación y la nueva normalidad, a pesar de la situación económica, fue posible defender la programación, restablecer eventos, sobre todo, de la Asociación Hermanos Saíz, que tuvo su máximo esplendor con la edición 30 de El Almacén de la Imagen.

“El primer Festival Internacional Virtual Camagua Folk Dance también nos dio la posibilidad de intercambiar con compañías de todas partes del mundo. Con el cuidado de las medidas higiénico sanitarias, se han intensificado actividades en plazas y parques como saludo al aniversario 62 del triunfo de la Revolución”, anunció.

En cuanto a las acciones constructivas mencionó la culminación de la obra civil del Museo San Juan de Dios, y reparaciones en la Sala Internacional de la Cerámica de Arte, las sedes de Teatro del Viento, el Guiñol, el Ballet Folclórico y el Teatro de la Academia Vicentina de la Torre.

“Se abrió un café temático en el Complejo Audiovisual Nuevo Mundo, como continuación del proyecto Callejón de los Milagros. Se trabaja en el lunetario del Teatro Principal. Está a punto de terminarse la Casa de Cultura de Esmeralda. Avanzamos en la de Nuevitas y también en un centro cultural para aquella ciudad”, afirmó.

De sus instituciones, destacó los resultados del Centro Provincial del Libro y la Literatura (CPLL) con el cambio de imagen de librerías, la ampliación de los servicios culturales con el pretexto de los cafés literarios, la vindicación de la figura del escritor y la gestión comercial, pues por segundo año consecutivo no tiene deudas con distribuidoras ni editoriales: “Tenemos que seguir ese ejemplo que nos ha dado el Libro por su empeño”.

Otro aspecto vital fueron los estrenos de compañías de teatro y danza, y los aniversarios de personalidades e instituciones: “Es importante que sientan el apoyo de la institución. Existimos gracias a ellos”.

En los tres años como directora provincial de Cultura, Tamira González asume como aprendizaje andar de la mano de los artistas y trabajadores como equipo leal: “Puedo tener un día atareado, de muchas reuniones, y enseguida me reconforto cuando puedo disfrutar una obra. El pensamiento y la administración hay que llevarlo a la par. Tengo muchos cuadros jóvenes, uno debe nutrirse de su energía. No somos un sector aislado, de hecho tributamos a todos los sectores de la sociedad. Son claves de la gestión cultural de Camagüey”.

Por Yanetsy León González/ Adelante

Foto: Adelante