Arte y terapia de la ceramista Martha Jiménez en Camagüey

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expo martajimenez

Camagüey- La muestra Degustación, de la ceramista Martha Jiménez, es parte del resultado de una etapa compleja de su vida, tras una operación, de ahí que la práctica artística tuvo como valor agregado una función terapéutica.

“Estuve deprimida”, contó en la apertura de la exposición montada en sala de la Casa de la Diversidad Camagüeyana, frente al Parque Agramonte, acción colateral al XXXI Salón de la Ciudad.

 

Años atrás había sufrido un accidente durante un proceso creativo, pero se superpuso a la molestia hasta que fue inminente la intervención quirúrgica de la rodilla derecha, justo en el comienzo de la pandemia de COVID-19 en Cuba.

 

Cuando pudo, Martha Jiménez dio riendas a sus manos para expulsar toda la inquietud acumulada, y modeló platos y jarrones para plasmar la iconografía propia de su discurso vindicatorio de la mujer.

 

Hizo 19 obras, entre las cuales se cuenta el tríptico Movimientos 1, 2 y 3 de arlequines de cerámica esmaltada, la técnica predominante, aunque también logró piezas con terracota cubierta en frío.

 

A sus cuerpos voluminosos, máquinas de coser, cabras, peces, lunas y herraduras sumó la antena parabólica para aludir a la conectividad y al mismo tiempo instar a la comunicación necesaria para el mundo actual.

 

En ese sentido, atribuyó el mayor privilegio a un gran plato de 50 centímetros de diámetro donde trazó el rostro de una mujer de cabellos ensortijados, con ojos tristes y un enrojecimiento como el efecto de un golpe sobre su boca.

 

Esa pieza no tiene título pero resulta inconfundible, no solo porque queda frontal a la puerta de entrada al espacio, sino por el mensaje escrito por Martha Jiménez: “Comprensión, perseverancia para todos en el planeta, que este holocausto se retire de la tierra”.

 

Debajo está la pieza número ocho, que comenzó a realizar en el año 2013 y durante el proceso se rajó; sin embargo, ella no desechó el plato, y en medio de la recuperación de su pierna, encontró la solución para terminar la obra.

 

Todo este tiempo de convalecencia ha servido a Martha Jiménez para reafirmar su poética visual de inmersión profunda en la problemática de lo femenino, y también para concentrarse en otros proyectos.

 

“Además de la exposición, hice una tela y terminé tres esculturas de monjes para el Museo San Juan de Dios”, dijo como anticipo de un menú que también será inevitable degustar con la mirada y con el alma.

 

Por Yanetsy León González/ Adelante

Fotos: Yoel Fonseca Benítez/ Adelante

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