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Camagüey- Para reflexionar acerca del uso racional que le damos a la energía, y lo más importante: actuar en consecuencia, debemos tener en cuenta que la eficiencia energética se plantea como una de las políticas de freno para el cambio climático y para conseguir sociedades más sostenibles, junto con el desarrollo de energías renovables y una política de transporte menos agresiva con el medio. Hoy la eficiencia energética busca mejorar o mantener nuestra calidad de vida utilizando para ello menos recursos. ¿Cómo? Mejorando los procesos, utilizando productos más innovadores y menos contaminantes y, en definitiva, consumiendo de manera más inteligente.

Sin embargo, esto no implica renunciar a la calidad de vida, sino luchar por conseguir bienes y servicios energéticos usando para ello menos recursos.

Ventajas de la eficiencia energética en tu hogar:

Con pequeños cambios en hábitos y actitudes se puede garantizar la protección del ambiente y reducir el consumo, lo fundamental es ponerlos en práctica: apagar las luces al desocupar aulas, oficinas y baños, aprovechar la luz natural en la oficina y del hogar y evitar el uso innecesario de luz ornamental en exteriores y jardines, e instalar sensores de movimiento en áreas comunales, para que las luces se mantengan apagadas cuando no transiten personas, y sustituir luces incandescentes por lámparas fluorescentes o bombillas de bajo consumo.

Sin embargo, el potencial de mejora es todavía enorme. Uno de los obstáculos primordiales que seguimos afrontando es la falta de concienciación entre consumidores y administración pública, que en muchas ocasiones no perciben la eficiencia energética ni como una prioridad de primer orden, ni como una oportunidad de ahorro.

Debido a la situación vivida en el último año y a las claras evidencias del impacto de la acción humana en el medioambiente, se requiere intensificar el uso de fuentes renovables de energía:

Ventajas de las energías renovables a tener presentes:

1. Al contrario que las fuentes tradicionales, cuyas reservas están limitadas, se trata de un tipo de energías de fuente inagotable.
2. El uso de las energías renovables supone un gran ahorro económico a medio-largo plazo. Ya sea gracias a las horas de Sol recibidas, la fuerza de los vientos que recorren la tierra o la potencia con que las aguas del mar y los ríos molden el paisaje, la energía extraída de estas fuentes está demostrado que abarata la factura energética.
3. A diferencia de las fuentes de energía tradicionales, la energía solar fotovoltaica (por ejemplo) permite el autoconsumo y, por tanto, ser productores y consumidores de nuestra propia energía. Lo cual, aparte de ser más asequible a nivel económico, también resulta más respetuoso con el medio ambiente. La instalación de este tipo de energía es sencilla, cuenta con paneles duraderos, silenciosos y fabricados en la mayoría de las ocasiones con silicio, uno de los materiales más abundantes en la tierra. Los gastos de mantenimiento son mínimos, y, una vez están instaladas las placas solares, su conservación, especialmente para autoconsumo, tiene un coste razonablemente bajo.

Futuro cercano y presente inmediato, la energía que hace que el mundo avance toma la forma del equilibrio sostenible y se vuelve renovable para asegurar el suministro a las próximas generaciones y un planeta más limpio en el que humanidad y naturaleza convivan lo más integrados posible.