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 Tenía sólo 20 años el universitario Rafael Trejo González cuando cayó,  muy cerca de los predios del Alma Mater, abatido por dos disparos policiales el 30 de septiembre de 1930, mientras participaba en una combativa manifestación estudiantil contraria a los intereses reeleccionistas y entreguistas del dictador Gerardo Machado.

Un suceso cruento y doloroso que marcó un hito definitorio y potenciador de la lucha contra el sátrapa, cuya dictadura fue expulsada por una revolución popular en 1933.
Al momento del crimen que acabó con la vida de Trejo, era vicepresidente de la FEU en la Facultad de Derecho y uno de los dirigentes más activos y valientes.

Este hecho del 30 de septiembre no fue una algazara improvisada, sino el inicio consciente de una lucha tenaz por la liberación nacional cuya preparación ideológica enraizada en el 68 y el 95, había madurado a través de la educación política de las masas y de una militancia en la que participaron obreros, campesinos, estudiantes, hombres y mujeres de todos los credos y razas.