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El origen de la historia de San Valentín está en la Roma del Siglo III, época en la que el cristianismo era perseguido. En este período también se prohibía el matrimonio entre los soldados ya que se creía que los hombres solteros rendían más en el campo de batalla.

En estas circunstancias es cuando surge la figura de San Valentín, un sacerdote cristiano que ante tal injusticia decide casar a las parejas bajo el ritual cristiano a escondidas de los ojos romanos.

Durante mucho tiempo protegió a los enamorados y realizó bodas secretas, obsequiándoles una flor blanca que significaba pureza y fidelidad, al ser descubierto fue encerrado hasta el día de su ejecución. En ese tiempo conoció una joven de nombre Julia, a la cual impartió clases a petición de su padre que era su carcelero, y de la cual se enamoró. La víspera de su ejecución, envió una nota de despedida a la chica en la que firmó con las palabras “de tu Valentín”. San Valentín fue ejecutado un 14 de febrero.

La celebración de San Valentín se oficializó el 14 de febrero del año 1969, por lo que esta fecha se convirtió en el Día de los Enamorados.

Este 14 de febrero celebramos el día del amor y la amistad, el amor por nuestra profesión, amor a la Patria y quiero recordar estas palabras del Apóstol cuando sentenció y cito:

El amor, madre, a la Patria

no es el amor ridículo a la tierra,

ni a la yerba que pisan nuestras plantas;

es el odio invencible a quien la oprime,

es el rencor eterno a quien la ataca.

Ernesto Ché Guevara dijo:

“El revolucionario verdadero está guiado por grandes sentimientos de amor”

Hoy en la actualidad están vigentes más que nunca las palabras de Martí y el Ché, pues con amor defendemos la Patria y como dijera Miguel Díaz-Canel Bermúdez y cito:

“El amor por Cuba, por los cubanos, por la Revolución, por su Generación histórica, por Fidel y por Raúl, que nos han guiado, nos une”.