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En nuestra sección sobre Salud y Soberanía Alimentaria hoy trataremos sobre los Beneficios de la #calabaza a nuestra salud, una hortaliza digestiva y repleta de propiedades beneficiosas para nuestro organismo. Pariente botánica del melón, el calabacín, la sandía y el pepino, la planta de la calabaza es originaria del continente americano, y sus frutos nos proporcionan vitaminas y minerales esenciales sin aportar apenas calorías. Por ello, la OMS recomienda su consumo.
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Existen un sinfín de variedades de calabazas, de distintos colores y tamaños (la americana, la verde española, la de violín, la de cuello torcido…). La mayoría de las piezas pesa de 2 a 8 quilos, pero hay calabazas gigantes que pueden alcanzar los 600 quilos. A pesar de tal diversidad, todas ellas comparten una pulpa dulzona, una cavidad repleta de semillas (un pequeño tesoro nutricional ya que son ricas en zinc y magnesio entre otros minerales), y una piel dura que alarga su conservación.
La calabaza es muy versátil y se presta a muchas preparaciones y cocciones. Con ella podemos preparar sopas, cremas, purés, guarniciones, flanes, pasteles, confituras… y la podemos cocinar al horno, hervida, salteada, rehogada, gratinada… Eso sí, para preservar todos sus nutrientes no conviene cocer la calabaza en exceso, máximo unos 20 minutos.
 
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Propiedades y beneficios
- Refuerza nuestras defensas
- Mantiene en buen estado el sistema inmunitario y previene gripes y catarros.
- Antioxidante
- Su combinación de minerales y vitaminas convierten la calabaza en un potente antioxidante.
- Cuida el sistema cardiovascular
- Hipertensión arterial, prevención de la angina de pecho, mantenimiento de nivel adecuado de colesterol.
- Buena para el aparato digestivo
- Suave para nuestro sistema digestivo, la calabaza está indicada para combatir la gastritis, la úlcera gastroduodenal y el estreñimiento.
- Beneficia nuestra salud ocular
- La composición de la calabaza ayuda a prevenir las cataratas, la fotofobia y la ceguera nocturna.
- Cuida el aparato urinario y los riñones
- La calabaza previene la cistitis, los cálculos renales, la retención de líquidos y la insuficiencia renal.
Valor nutricional:
Calorías 28 kcal.
Proteínas 1,13 g.
Hidratos carbono 4,59 g.
Fibra 2,16 g.
Grasas totales 0,13 g.
Agua 92 g.
Calcio 22 mg.
Hierro 0,80 mg.
Yodo 1,40 mg.
​Magnesio 8 mg.
Zinc 0,20 g.
Sodio 3,10 mg.
Potasio 304 mg.
Vitamina B2 Riboflavina 0,07 mg.
Vitamina B6 Piridoxina 0,11 mg.
Ácido Fólico 336 mg.
Vitamina C 12 mg.
Propiedades de la calabaza
Según datos de la Fundación Española de Nutrición, la calabaza contiene un 90% de agua y pocas calorías e hidratos de carbono (15g/100g y 2,2g/100g respectivamente). Asimismo, tiene un interesante contenido de fibra. Entre sus componentes encontramos:
- Vitaminas: Contiene vitamina A y vitamina C sobre todo, además de las vitaminas E y las del grupo B (entre ellas, el ácido fólico).
- Minerales: Cuenta con potasio, calcio, magnesio, hierro y zinc, entre otros.
- Betacarotenos: Una de sus características principales es la presencia de estos elementos. Son ellos los que le aportan el color naranja (los tiene también la zanahoria, por ejemplo).
- Ácidos: Linoleico, aspártico, oleico y palmítico.
- Aminoácidos.
¿A quién se recomienda?
Debido a las propiedades mencionadas anteriormente, se suele recomendar en caso de:
- Sobrepeso: debido a que es baja en calorías y contiene fibra. La fibra se hincha en el estómago ayudando a generar sensación de saciedad, según un estudio publicado en European Journal of Clinical Nutrition.
- Exceso de apetito: Un 90% de su contenido es agua y contiene fibra. Además, su dulzor haría que no tuviésemos tanta necesidad de consumir otros dulces.
- Estreñimiento: Combatiría el estreñimiento gracias a su contenido en fibra, como señalan diversos estudios.
- Problemas oculares: Por su contenido en vitamina A, beneficiaría la salud ocular y ayudaría a prevenir cataratas. Así lo evidencia una investigación publicada en Clinical Interventions in Aging.
- Prevención del cáncer: algunas investigaciones han sugerido que los licopenos ayudarían a prevenir el cáncer de próstata, pulmón, estómago y vejiga. También serían beneficiosas sus semillas.
- Para el embarazo: sería beneficioso comerla durante la etapa de embarazo, por su contenido en vitaminas y minerales, entre ellas, el ácido fólico.
- Problemas de la piel, como eczemas. Además, protegería de los rayos del sol.
- Desequilibrios del azúcar: como la diabetes e hipoglucemia. Si bien aún se está estudiando en humanos, se considera que la calabaza tendría propiedades antidiabéticas. En este caso recomendamos consumir a diario una crema de calabaza especiada con un poco de canela, que también es un regulador del azúcar (además, le dará un sabor delicioso).
- Exceso de mucosidad: sobre todo, en niños, ya que ayudaría a expectorar.
- Problemas del aparato digestivo: La calabaza protegería el estómago del exceso de acidez y la gastritis.
- Parásitos intestinales: Las semillas de calabaza se utilizan hace muchísimos años en la medicina natural para prevenir y eliminar parásitos intestinales. Deberían tomarse a diario al menos 30 semillas, que, combinadas con las propiedades laxantes de la calabaza, serían un remedio muy eficaz en niños y adultos.
- Enfermedades inflamatorias como la artritis o el asma: los expertos han estudiado el efecto antiinflamatorio del aceite calabaza, sin embargo no se sabe aún si dicho efecto se encuentra también en la calabaza como alimento.
Cortesía:
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La pandemia de #COVID19 ha revolucionado la vida de todos e indiscutiblemente, nos ha cambiado nuestros horarios y nuestras costumbres.
 
Muchas personas tomaron ese tiempo y han realizado tareas muy productivas, y una de ellas, es la jardinería.
Muchos han empezado de a poquito a sembrar su pedacito... y es que comenzar una pequeña parcela o simplemente en macetas comenzar a sembrar plantas que sabes luego darán sus frutos te llena de placer.
 
No solo te sentirás bien y ocupado en algo, sino que estarás aportando a algo más.
Y es que se puede sembrar de todo!!! Si... como te lo cuento... Se pueden cultivar hortalizas de autoconsumo, que no requieran de tanto mantenimiento. Las más comunes son: tomate, zanahoria, pimientos, lechuga y espinaca, además de frijoles.
 
Solo tienes que conseguir la postura o las semillas y ya ... lo importante es decidirte, empezar y luego la satisfacción está garantizada.
Siembra tu pedacito y te vas a acordar de nosotros.
Consejos de #Prosalud
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En nuestra sección sobre Salud y Soberanía Alimentaria hoy trataremos sobre la Acelga, una hortaliza de hojas verde grandes con propiedades nutricionales muy beneficiosas. Aunque la acelga se cultiva durante todo el año, su mejor época podría ser desde el otoño hasta la primavera.
 
Origen de las Acelgas
El nombre de acelga procede de la palabra árabe “acilca”, y botánicamente se la denomina Beta vulgaris. Se trata de una de las verduras más antiguas que se conocen, pues su consumo está documentado desde hace más de seis milenios.
Tiene su origen en el continente asiático, y se ha cultivado siempre en los países islámicos, atribuyéndosele propiedades higiénicas y curativas.
 
Existen tres variedades principales de acelgas:
•la común o acelga blanca
•la acelga forrajera
•la acelga silvestre
 
Esta verdura es un alimento muy útil para lograr una dieta equilibrada ya que ofrece, además de vitaminas y minerales, pocas calorías, pocas grasas y mucha fibra.
 
Además actúa como una excelente planta medicinal que puede emplearse como remedio casero para el alivio de ciertas dolencias. Veamos detenidamente sus propiedades.
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Propiedades de las acelgas
Los números demuestran que la acelga es un alimento supernutritivo: 200 g (una ración normal) aportan 38 calorías (sólo el 2% de lo que se precisa al día) y, sin embargo, cubren el 27% de las necesidades diarias de potasio, el 30% de calcio, la mitad del hierro, casi la mitad del magnesio, el 100% de la vitamina C, el 25% de la vitamina E, dos tercios de la A, e incluso un 7-8% de proteínas.
 
En comparación con la espinaca, mucho más apreciada, la acelga la supera en magnesio, provitamina A y ácido fólico, y la igua¬la en vitaminas B1 y B2.
 
La conclusión que se desprende de estas cifras es realmente sorprendente, ya que la relación entre calorías y nutrientes viene a ser de 1 a 10, cuando en otros alimentos esta relación es inversa hasta llegar al 10 a 0 del azúcar.
 
Propiedades nutricionales de las acelgas
- Contienen altas cantidades de vitamina A, B (B1, B3, B5, B6, B9), C, E Y K.
- Es una fuente rica en minerales: cobre, calcio, sodio, potasio, hierro, fósforo.
- Son muy ricas en fibra soluble.
- Aporta ácidos grasos Omega-3, flavonoides y betacaroteno , luteína y zeaxantina.
- Su aporte calórico es mínimo, unas 19 kcal por cada 100 gramos.
 
Beneficios de las acelgas
Nuestros antepasados intuían los grandes beneficios de las acelgas y la incluían en muchos guisos o la utilizaban para acompañar cereales y tubérculos.
 
Sin duda, hacían caso a las necesidades del organismo, regalándole sabor, muchos nutrientes y evitando calorías innecesarias.
Sólo hay que mencionar, en su contra, que contiene algo de ácido oxálico, por lo que si se es propenso a formar cálculos renales se debe consumir con moderación.
 
Sus hojas, verdes y brillantes, contienen pigmentos con virtudes antioxidantes, lo que unido a su riqueza en betacaroteno y vitamina C ayuda a prevenir el cáncer. Éstos son algunos de sus principales beneficios:
 
1. Refuerza los huesos. Debido principalmente a su riqueza en minerales se trata de un alimento reforzante. Es una fuente excelente de calcio, sobre todo para las personas que no consumen productos lácteos.
 
2. Ayuda a adelgazar. Es un alimento imprescindible en los regímenes bajos en calorías para perder peso. La acelga satisface el apetito con un escasísimo aporte calórico (unas 20 kcal/100 g). De manera que hervidas, rehogadas o aliñadas con aceite y limón, constituyen un plato ligero que puede formar parte de la cena de quien desee adelgazar.
 
3. Evita el estreñimiento. Conviene a quienes padecen dificultades en el tránsito intestinal debido a su riqueza en fibra y a su poder emoliente y suavizante del tracto intestinal. Estas mismas propiedades digestivas la hacen recomendable en casos de gastritis y hemorroides. La decocción, a razón de 25 a 50 g por litro de agua, es útil contra el estreñimiento, las inflamaciones del aparato urinario, las hemorroides y las dermatosis.
 
4. Combate la anemia. Debido a su alto contenido en hierro, y también a la presencia de cobre, ayuda a tratar la anemia ferropénica. Es interesante tener en cuenta que este hierro será mejor absorbido gracias a la vitamina C que ya posee la acelga en abundancia.
 
El consumo de la acelga es bueno para…
- Evitar la pérdida de visión, conjuntivitis, glaucoma o cataratas.
- Las acelgas favoreces la buena digestión de los alimentos.
- Por su contenido en hierro y ácido fólico ayudan a evitar o combatir las anemias.
- Combatir infecciones como faringitis, bronquitis o sinusitis.
- Nos ayuda a mantener un buen tránsito intestinal y evitar estreñimiento.
- Previene la aparición de hemorroides.
- Como la mayoría de las verduras, las acelgas no contienen grasas ni hidratos de carbono, por lo que son excelentes para una dieta baja en grasas y en hidratos y para ayudar a adelgazar.
- Por sus propiedades diuréticas, nos ayuda a eliminar líquidos retenidos en el organismo.
- Ayudan a regular los índices de colesterol
- Su consumo está muy indicado especialmente para mujeres embarazadas y niños.
- Favorecen el buen funcionamiento del hígado y la vesícula biliar
- Mejorar la circulación sanguínea
- Ayudan a mejorar los casos de gota o hiperuricemia
- Si consumimos las acelgas frescas en ensaladas, batidos verdes, rollitos, etc. estaremos aprovechando al máximo todas sus propiedades nutricionales.
 
Las acelgas en la cocina
Su uso en la cocina es como el de la espinaca. Incluso se pueden combinar ambas verduras en tortillas, cremas y rellenos, de manera que sus sabores se equilibran.
 
Antes de cocinarla conviene lavarlas bien en agua fría, pues suele contener tierra. Se puede saltear en buen aceite de oliva con piñones y pasas, o combinarla con nueces y tofu sedoso en una refrescante ensalada.
 
Están riquísimas, y no hay platos más sencillos, que acompañadas con patatas o troceadas muy finamente con un buen plato de arroz hervido.
 
Tanto sus hojas verdes como sus tallos son excelentes para la confección de caldos de verduras, en combinación con hortalizas de raíz.
Para condimentarlas se puede hacer uso del orégano, el tomillo, la hierbabuena, la nuez moscada recién molida y, por supuesto, el ajo.
 
La mejor forma de cocinarla
La forma más habitual de cocinar acelgas es cocerlas en agua abundante con sal durante algunos minutos, luego escurrirlas y prepararlas según la receta que se quiera elaborar.
 
Sin embargo, se reduce al mínimo la pérdida de los nutrientes, si se pone a cocer únicamente con el agua que le queda adherida tras el lavado, sin tapar y removiendo con una cuchara de madera.
 
De esta manera conserva mejor su color e intensifica su sabor. Un chorrito de limón o vinagre de manzana ayudará a condimentarlas cuando se preparen de esta forma.
 
Si las pencas de las acelgas son algo duras también se pueden cortar por separado y ponerlas unos minutos antes con un poquito de agua o aceite, añadiendo más tarde las hojas verdes.
 
Se debe tener en cuenta que, como su volumen disminuye mucho al cocinarlas, pueden calcularse hasta 300 o 400 g de acelgas crudas por comensal.
 
¿Cómo preparar las pencas?
Las pencas blancas y carnosas de las acelgas son tan apreciadas como sus hojas y se pueden preparar rebozadas, tanto solas como rellenas.
Para ello se quitan primero las fibras de las nervaduras y se cortan los tallos en trozos de unos 3 cm de largo. Se ponen en una cacerola con agua abundante y sal y se cuecen durante 35 minutos.
Después de escurrirlas, se pasa cada tallo por harina, se sacude para que caiga el sobrante, se pasa por el huevo batido y se fríe en aceite caliente.
Las pencas también se pueden servir con salsa o incluso crudas en ensaladas.
 
Compra y conservación
Hay que preferir las acelgas firmes y crujientes, sin manchas marrones y con las hojas bien coloreadas.
Para evitar que ennegrezcan durante la cocción, pueden tenerse previamente en agua un poco salada uno o dos minutos, o rociarse con jugo de limón o vinagre.
 
Se trata de una hortaliza frágil que se conserva cinco días como máximo (sin lavar y en una bolsa de plástico perforada).
Se deben escoger aquellas acelgas que tengan el cogollo bien formado y las hojas tersas, brillantes y de color verde uniforme y sin manchas. Las pencas tienen que ser duras y de color blanco. Cortesa: https://www.cuerpomente.com/
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Se trata de uno de los vegetales de hoja verde que más destaca debido a su alto contenido en vitaminas y minerales, lo que contribuye a mantener la salud del organismo.
 
Las acelgas son uno de los vegetales de hoja verde más populares de la dieta mediterránea y su alto contenido en vitaminas y minerales las han convertido en un indispensable de toda dieta saludable. Y es que, esta verdura además de comerse en ensalada, sirve para cocinar diversos guisos y salteados que pueden contribuir a la salud del organismo por varias razones:
 
1. CONSERVAN LA SALUD ÓSEA
Las hojas de las acelgas aportan una gran cantidad de calcio además de la vitamina K, el magnesio y otros minerales que también favorecen la salud de los huesos. Se trata de una buena opción para prevenir la osteoporosis en la edad adulta, y para fomentar el desarrollo y el crecimiento durante la infancia.
 
2. PREVIENEN LAS ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES
Sus antioxidantes y fitonutrientes se encargan de regular la presión arterial y por tanto, de prevenir ataques cardiacos, arteriosclerosis, y accidentes cerebrovasculares. Además, el hierro y el cobre también regulan la circulación sanguínea, mientras que la vitamina K favorece la coagulación.
 
3. AYUDAN A ADELGAZAR
Esta verdura tiene un muy bajo contenido calórico, así que hace tiempo que se convirtió en un fiel aliado de cualquier plan de adelgazamiento por su acción saciante y su capacidad de aportar todos los nutrientes necesarios.
 
4. FAVORECE LA DIGESTIÓN
Es una fuente de fibra, lo que hace que favorezca el proceso de la digestión y el tránsito intestinal reduciendo tanto los episodios de estreñimiento como los de diarrea. En definitiva, actúa de regulador intestinal. Además son ideales para detoxificar los riñones y evitar cualquier tipo de complicación hepática.
 
5. TIENEN PROPIEDADES DERMATOLÓGICAS
La principal ventaja de las acelgas es el cuidado del sistema inmunológico, pero sus ventajas dermatológicas también son destacables. Y es que, la botina que contiene contribuye a la estimulación de los folículos pilosos, por lo que su consumo aumenta el brillo y la textura del cabello; mientras que las vitaminas se encargan de regular tanto el sebo capilar como el de la piel. Cortesía: https://www.consalud.es/estetic/nutricion/
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El despegue de la primavera se refleja visiblemente este mes en la huerta. Es un mes de renacimiento, en el que todo despierta ya vivamente a nuestro alrededor, en el que se despide lo viejo para dar cabida a lo nuevo.
El hígado es el órgano que rige según la medicina tradicional china y, junto a él, la vesícula biliar. Tanto los alimentos ácidos como los de sabor amargo nos ayudarán a propiciar su buen funcionamiento.
Es momento de dejar atrás las comidas más contundentes del invierno e ir cocinando platos más ligeros que nos nutran sin restarnos vitalidad. Sin prisas, gradualmente, como la naturaleza a nuestro alrededor.
Abril 1
 
¿Cuáles son las frutas y verduras de temporada en abril?
Con alguna excepción, apenas queda rastro de las frutas que encontrábamos en otoño e invierno. Una de las que sobrevive muy bien es la naranja, con variedades tardías que ofrecen muy buen sabor, y otros cítricos como el pomelo o el limón.
Sigue siendo también buena época para las frutas tropicales aclimatadas a nuestras zonas más cálidas. Pero la novedad de la temporada son los nísperos, una de esas frutas que hay que disfrutar cuando se ve, porque se queda poco tiempo con nosotros.
Las Fresas y fresones aunque no se ven mucho en nuestro país, se estan sembrando en varias provincias teniendo gran aceptación, y soñaremos con los albaricoques, que según el tiempo llegarán hacia finales de mes o con el arranque de mayo.
Entre las verduras y hortalizas hay algo más de continuidad, pero algunas se despiden definitivamente hasta el año que viene, como los grelos o el cardo. Sigue habiendo buenas coles, achicorias, espinacas, acelgas y apios.
 
Las acederas crecen bien en esta época y, junto al limón y los demás cítricos que aún se mantienen, te aportarán el sabor ácido que tanto agradece tu hígado en primavera.
 
También te ayudarán a cuidar de este órgano achicorias, endibias, rúculas, rabanitos y plantas silvestres como el diente de león, que ahora encontrarás fácilmente.
Puedes incluir estas hojas y los rabanitos en tus ensaladas, en las que aún podrás poner aguacate, espinacas, ajos tiernos y cebollas tiernas y zanahorias.
 
Podrás incluso decorarlas con las primeras flores de la estación, como malvas o violetas. O, por qué no, aportar el toque crujiente de unos guisantes frescos crudos o ligeramente escaldados.
Y es que las vainas están en su esplendor: a los guisantes, las habas tiernas y los tirabeques se suma ahora la judía verde, la verdura reina de este mes y los siguientes.
 
9 frutas y verduras de la estación: ¡incorpóralas a tu menú!
Estas son algunas de las frutas y verduras que se encuentran en primavera en un momento óptimo y encontrarás por la calle a la venta. Inclúyelas en tu compra para asegurarte de que estás consumiendo frutas y verduras de temporada.
1. Zanahoria para la piel.
Es tan familiar que creemos saberlo todo sobre la zanahoria. Por ejemplo, que su color naranja es debido al alto contenido en betacaroteno, que en el organismo se transforma en vitamina A. Y es cierto, pero aún tiene secretos.
La zanahoria contiene poliacetilenos como el falcarinol y el falcarindiol, unos fitonutrientes que son capaces, sumándose a la acción del betacaroteno, de inhibir el crecimiento de las células cancerígenas en el colon.
Además es una hortaliza muy nutritiva que actúa como un bálsamo digestivo gracias a sus propiedades antiinflamatorias y cicatrizantes. Las zanahorias son una buena fuente de provitamina A y vitaminas como la C y el ácido fólico.
Aunque las zanahorias crudas son sanas, la cocción aumenta la absorción del betacaroteno. Puedes prepararlas al vapor, pues conservan mejor el sabor y la textura que si simplemente las hierves, y añadir un chorrito de aceite de oliva virgen extra para potenciar aún más la absorción.
2. Fresas o fresones ricos en hierro y vitamina C
Son más grandes que las fresas y, aunque ahora pueden encontrarse en los mercados durante casi todo el año, es en primavera cuando maduran naturalmente y saben mejor.
Sus escasas calorías y su ligero efecto diurético les han dado fama de fruta depurativa. De hecho, al llegar la primavera algunas personas realizan con ellos una cura de varios días. Pero si son adecuados para depurar es sobre todo porque atesoran valiosos nutrientes.
Los fresones son casi tan ricos en vitamina C como la naranja: 100 gramos cubren toda la que se precisa al día. Esta vitamina mejora la asimilación de su hierro y se acompaña de vitamina K.
Al ser más grandes que las fresas, se prestan más a presentaciones en rodajas como un carpaccio de fruta. Corta las rodajas bien finas y alíñalas con unas gotas de vinagre de módena para acentuar su sabor.
El fresón es una de las frutas con mayor presencia de plaguicidas. Como no se pela, es especialmente importante elegirlos de cultivo ecológico. Y recuerda: cómpralos en su punto y consúmelos enseguida, pues se deterioran rápidamente una vez recolectados.
3. Acedera o Remolacha contra la anemia.
En primavera y verano es posible disfrutar de la acedera, una verdura de hoja poco conocida pero cuya gran riqueza en vitamina C y hierro nos invita a reivindicarla. Una ración de 50 gramos de acedera aporta el 40% de la vitamina C necesaria al día y el 10% del hierro.
Además de estos dos nutrientes ideales para combatir la anemia, la acedera contiene abundante fibra (3%) y se considera depurativa. Comida cruda en la ensalada, proporciona un sabor alimonado muy especial. Este sabor ácido da también un toque de frescor a sopas, purés y tortillas.
Solo una precaución: posee oxalatos, por lo que se desaconseja su consumo si se tiende a formar cálculos renales.
4. Judía verde, la verdura más nutritiva del buen tiempo.
Colesterol fuera, tránsito intestinal sin dificultades y una buena dosis de nutrientes: son las promesas de esta verdura cuya temporada se inicia en primavera y se alarga hasta bien entrado el verano. Una de las pocas legumbres, por cierto, que se consume fresca y con la vaina.
Una razonable ración de 125 gramos de judías verdes aporta el 10% de las necesidades diarias de ácido fólico, el 8% de la vitamina B1 y el 5% del hierro, el calcio y la vitamina A.
Además contiene compuestos antioxidantes como la luteína, un carotenoide que es como un escudo frente a las cataratas. U otros, como la quercitina y las catequinas, que contribuyen también a desactivar los dañinos radicales libres.
Conviene no cocerla en exceso para que conserve mejor sus vitaminas.
5. Naranjas con todo su dulzor y vitamina C.
En primavera, con los naranjos a punto de llenarse de flores e impregnar el aire con su fragancia de azahar, podemos disfrutar todavía de muy buenas naranjas.
Se trata de variedades tardías que en abril y mayo están en temporada, como la navel powel, la navel lane late o la valencia late. Son naranjas dulces y jugosas que permiten despedirse con buen sabor de boca de este cítrico hasta el año siguiente.
Las naranjas no solo son ricas en vitamina C, sino que aportan ácido fólico y vitamina B1. Si se comen enteras, y no en zumo, se aprovecha mejor su fibra, en la que se concentran sus flavonoides. Estos antioxidantes refuerzan la protección de la vitamina C.
6. Cebollas tiernas para tus ensaladas de primavera
El sabor más suave de las cebollas tiernas se debe a que se trata de cebollas recogidas antes de tiempo, cuando el bulbo aún es joven. La primavera es el momento idóneo para ello.
Son algo menos concentradas en compuestos azufrados que las cebollas secas, lo que las hace también algo más suaves y dulces. Precisamente porque son suaves es más fácil disfrutarlas crudas en mayor cantidad y beneficiarse así de sus propiedades diuréticas y antioxidantes.
Se consideran beneficiosas para la salud cardiovascular, respiratoria y articular. Además del bulbo, puedes aprovechar la base verde del tallo de la cebolla tierna. Córtalo en rodajitas finas y añádelo a tus ensaladas o a tus sopas antes de servir.
7. Rúcula o Habichuelas exquisita y digestiva.
A la rúcula, también conocida como oruga o roqueta, no se le hacía caso cuando se la encontraba silvestre en caminos y descampados. Ahora, gracias a su valoración por la alta cocina moderna, y por la italiana y la francesa, sabemos que es una delicatessen.
Hay muchas maneras de disfrutar de la rúcula: en ensaladas con otras hojas, a las que da un contrapunto picante; con tomate y aceitunas; en la pizza o los platos de pasta, añadida justo antes de servir… la rúcula da a los platos un toque de sofisticación y un contrapunto amargo y picante que engancha.
Pero además aporta abundante calcio, ácido fólico, vitamina C y varios compuestos amargos que favorecen la digestión y que ayudan a cuidar del hígado a lo largo de la temporada.
Es una planta muy agradecida para cultivar uno mismo. Si siembras las semillas escalonadamente, podrás disponer de ella casi todo el año. Comprobarás también que en primavera está en su esplendor, pues con el calor de verano puede aumentar su amargor.
8. Nísperos con toda la energía de la primavera.
A partir de abril es fácil ver los nísperos rebosantes de fruta en los jardines y las huertas del Levante peninsular.
Para disfrutar de los nísperos conviene aprovechar estos meses, pues su temporada es fugaz y a mediados de junio ya casi no queda ninguno.
Los nísperos te rehidratan y te ayudan a obtener buenas dosis de vitamina C, lo que se asocia a mayores nivel de energía y un mejor estado anímico. Además te aportan abundante betacaroteno o provitamina A.
Por su aporte de potasio resultan diuréticos, aunque también ejercen un ligero efecto astringente debido a sus taninos, responsables de la sensación de aspereza que dejan en la lengua.
Lo mejor es disfrutarlos al natural, como fruta de mesa, tentempié o en las macedonias, en las que casan muy bien con el kiwi y plátano. Si cultivas un níspero, comprobarás que es un árbol que da mucha fruta en pocas semanas: si te sobra fruta, puedes aprovecharla para hacer mermelada.
9. Brotes de remolacha bien tiernos.
De la remolacha se suele aprovechar la raíz, pero también las hojas, que no deberían desperdiciarse. Cuando compres remolachas, puedes cortar las hojas y saltearlas o utilizarlas hervidas como guarnición, con un chorrito de aceite.
Ahora bien, no hace falta esperar a que la remolacha esté crecida para empezar a disfrutar de sus hojas. Aunque se puede sembrar durante gran parte del año, la temporada de siembra empieza en primavera. Entre marzo y abril se plantan las de verano, pues están listas unos tres meses después.
Mientras las remolachas crecen bajo tierra, se pueden ir recogiendo brotes tiernos de la planta, que dan un delicioso toque terroso a las ensaladas. También podemos aprovechar el impulso natural de la primavera, en la que muchas plantas inician su desarrollo, para iniciarnos en el cultivo o el disfrute de los microgreens.
Para hacerlos tú mismo no necesitas un terreno. Sembrando semillas en tierra en una bandeja y recogiendo las plantas a los dos o tres semanas, cuando solo tienen dos cotiledones, se obtienen unos brotes tiernísimos y muy sabrosos. En el caso de los de remolacha, ofrecen además un vistoso toque de color púrpura.
Las hojas de remolacha aportan fibra, vitaminas B y K, minerales como potasio, calcio y hierro, diversos flavonoides y un antioxidante, la betaína, a la que se atribuyen propiedades de protección cardiovascular.
Abril también es un buen mes para...
... En los días soleados puedes aprovechar asimismo para recolectar ramitas de romero para tus recetas e infusiones.
Y, en los años en los que la primavera arranca con fuerza, los naranjos estarán dando ya sus primeras flores de azahar... Cortesía: https://www.cuerpomente.com/alimentacion/

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